El estafador dijo llamarse "Emiliano Dimari" y se identificó como un "abogado administrativo" cuyos honorarios serían cubiertos por Nación.
Respecto de la modalidad de estafa, es la misma que se ha registrado en varias oportunidades: el embaucador solicita al jubilado o jubilada que se dirija hacia un cajero automático con un teléfono celular para no cortar la comunicación, y una vez allí le indica cómo realizar una trasferencia bancaria a una cuenta determinada.
En muchos casos, si los fondos de las cuentas de los damnificados no son suficientes, se los compele a la extracción de un crédito pre-aprobado, también a través del cajero, para su posterior transferencia a la cuenta bancaria suministrada por el estafador.
Pero en este caso, la vecina, que sobre el final de la comunicación revela ser una trabajadora autónoma, le recrimina a quien está del otro lado del teléfono: "Sos un pedazo de hdp. Soy abogada y me estás haciendo un cuento".
Ofuscada, la mujer le interroga al estafador: "Cómo podes ser tan delincuente y agarrar a la gente así".
A lo que el embaucador solo respondió con risas y cortó la comunicación.