Sociedad Identidad de género

"Volví a nacer", dice la primera persona en registrarse como de sexo indefinido

"Entiendo que cada cual puede pensar y sentir diferente y eso es lo bueno, por eso mientras haya respeto bienvenidos todos", señala. Los alcances de la Ley de Identidad de Género le permitieron lograr su sueño.
La mochila se la sacó más rápido de lo que pensaba. Respira paz y tranquilidad. Hoy, a los 32 años, siente que es aquella chica con aspecto varonil que se paseaba sin remera con total libertad por su casa, ante la atenta mirada de sus padres, que, con el correr de los años, lograron comprender cómo se autopercibía y la acompañan en cada paso. Le cuesta dejar de ser parte de esa mujer, pero también encasillarse como un hombre. Por eso, Caro Gero lleva ese doble nombre que pudo dejar asentado días atrás en el Registro Civil, con una particularidad inédita, que la convirtió en un caso mundial: ser la primera persona argentina sin un sexo definido. Los alcances de la Ley de Identidad de Género le permitieron lograr su sueño.
En su casa de la coqueta y tranquila localidad de Chacras de Coria recibió a La Nación, vestida cómodamente, como le gusta, con remera y bermudas, y compartiendo el mate con amigos y familiares, en un impasse de su trabajo diario profesional como médico de servicios domiciliarios. "Vivía en una dicotomía constante: salir de un casillero para entrar a otro. Cuando fui hace poquito a la playa logré darme el gusto de mostrarme como soy, poder sacarme la remera y ser libre. Y ahora, con el reconocimiento legal de mi condición siento que volví a nacer, a ser una persona auténtica", expresó Gero o Caro, ("como quieran llamarme"), con el orgullo de tener en su manos la nueva partida de nacimiento en la que en el ítem de sexo sólo figura una línea. Cada palabra que marca el género, la convierte al lenguaje inclusivo. Por eso, se identifica como "médique" y lucha por la visibilidad de "todes" las personas que pasan por situaciones similares, pero no le molesta que le digan doctor, doctora, médico o médica. "Entiendo que cada cual puede pensar y sentir diferente y eso es lo bueno, por eso mientras haya respeto bienvenidos todos", señala.
El principio de la decisión final comenzó hace dos años cuando tomó fuerzas para hacerse una mastectomía. La resistencia la encontró en la prepaga que le reclamaba que hiciera el cambio de género para poder avanzar. Esto era registrarse legalmente como de sexo masculino. Pero su lucha interna decía otra cosa, más allá de empezar con los tratamientos con hormonas. Así fue que contactó a la abogada Eleonora Lamm, subdirectora de Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia, que le llevó tranquilidad. Le aseguró que el Derecho la amparaba, justamente para poder figurar ante la ley como realmente se percibía, sin tener que quedar encasillada en el tradicional sistema binario. Luego de la operación comenzaron a abrirse los caminos hacia la legalización de su realidad. "Algo tiene cada persona que no es de un estereotipo. La ciencia divide y etiqueta para después entender que tenemos que estar todos unidos. Es deconstruir para construir una sociedad más igual", analizó Caro.
Su acta de nacimiento, y en breve el DNI, no tendrá identificado el sexo, de acuerdo a la interpretación de un artículo específico de la ley de Identidad de Género , en base a una recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
De esta manera, María Carolina González Devesa, nacida el 16 junio de 1986, ahora es Carolina Gerónimo González Devesa, y no necesitará demostrar legalmente un género específico.
La decisión fue del Estado mendocino, entendiendo el concepto de igualdad y evitando a futuro tener que llegar a los tribunales. Así, lo dejó en claro una resolución administrativa del Registro Civil de Mendoza, que dispuso a través de la medida 420/2018 proceder a la solicitud de esta persona que requirió el reconocimiento legal de su identidad de género "autopercibida". Por tal motivo, el viernes pasado se procedió a la correspondiente rectificación registral, en su partida de nacimiento, y en breve en el DNI, donde no se consigna sexo alguno, de acuerdo a Ley 26.743 de Identidad de Género en el artículo 2.

Con este paso que logró Geró, se abren las puertas a nuevos pedidos de quienes no se sienten identificados como hombres o mujeres.
"La verdad es que he sido una privilegiada, por mi situación económica, familiar y color de piel. Pero vivir lo que yo viví no es fácil ni igual para todos. Por eso, esto es un gran paso para todos. Es una gran paz interna llegar a la legalidad como yo me percibo. Un logro y un cambio en el mundo de algo que puede pasar y sumar a que llegue esta información a un montón de personas que se perciben de esta forma, pero nunca pensaron que podían ser legales de esta forma", concluye, mostrando sus tatuajes, uno de ellos de Frida Kahlo. Fuente: (La Nación).-
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