"Capturé imágenes que permiten ver la grieta desde arriba, en un plano que se va agrandando a medida que subo la altura; y otro más rasante donde se puede observar la ruptura de un caño de desagüe pluvial que ha provocado que se socave debajo del asfalto, poniendo en un riesgo mayor a la edificación más cercana, el Centro San Roque", describió el joven que cada día registra el estado de situación.

En la tarde de este miércoles, el intendente Lénico Aranda, recibió a funcionarios de los ministerios del Interior y Seguridad de la Nación, quienes tomaron conocimiento de la situación del deslizamiento de barranca en Barrio Urquiza y la situación habitacional.
El geólogo del Conicet Javier Sofiantini brindó detalles de la situación en el terreno en dicho barrio de la ciudad. Luego, acompañados por funcionarios municipales visualizaron la zona afectada.



Ricardo Brumatti, historiador de Diamante, guarda un tesoro en sus documentos y una riqueza en sus conocimientos del pago donde nació. "Los desplazamientos son parte de nuestra historia. Convivimos con ellos desde la fundación de Diamante. Pero por una ordenanza allí no se puede edificar. Está prohibido", dijo al diario Clarín.
Entre sus archivos conserva la ordenanza que prohíbe la construcción en toda la zona que hoy tiene peligro de derrumbe. Este documento data de 1979, un año después del peor desprendimiento hasta ahora que haya tenido la ciudad, cuando el derrumbe de la barranca se llevó la escuela nacional N° 211. Un relevamiento, realizado por la Dirección de Minería dependiente del Ministerio de Obras Públicas de Entre Ríos, del perfil de la barranca realizado a fines de la década del 70 destaca que "se recomienda no permitir el realojamiento en el área ya que existe un equilibrio inestable". Esto quedó expuesto en la ordenanza N°115/79 que prohíbe el realojamiento en "Puerto Nuevo" y que también eximió de la Tasa General Inmobiliaria a los afectados por el derrumbe de las barrancas, ampliándose esa zona de emergencia en 1981.

"Para tener una dimensión, Puerto Nuevo tenía características propias: hoteles, el tren que llegaba hasta el puerto, un puesto de Prefectura, era nuestra costanera. Pero tras el gran derrumbe del 1978 cambió el paisaje del puerto y alrededores. Luego vino la prohibición por ordenanza, pero una vez pasado el susto la gente volvió a vivir en esos lugares con todo el drama que es para esa gente el hoy porque no saben si pierden todo", comentó el historiador. "Si se cumpliera la ordenanza del Concejo, hoy los pobladores no estarían atravesando por esta situación. Pero ese es otro tema", concluye.
Y se puede ir más atrás en el tiempo también. Año 1902, una presentación de Eduardo Oberlín, un próspero empresario local, que denunció las excavaciones ilegales en la zona para extraer piedra "que sirve de base a toda la barranca que esos pozos peligrarán el desmoronamiento de la tierra de la barranca ocasionando la ruina de los edificios y plantaciones que existen en los fundos superiores".