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En este sentido, contó que las lluvias que se registraron durante la madrugada de este martes, "provocaron una pequeña caída de una parte de la barranca. Dicen que es preferible que llueva y se caiga para saber hasta dónde llegará la grieta". Como en las últimas horas, se amplió la zona afectada, hay otras 68 familias que corren riesgo. Actualmente hay 25 mayores autoevacuados y 19 menores que fueron trasladados a casas de sus familiares.
Se puso a disposición la Escuela Hogar y la Nº52 en caso que haya más evacuados, además del CIC y un espacio que cedió la UADER. Mascaró mencionó que "las familias que optaron por quedarse, mantienen esa sensación de miedo. Son familias de muchas generaciones que hace que están ahí, sus abuelos nacieron ahí, y es muy desesperante. Cuando los vas a entrevistar, te dicen: Si se me cae la casa, me caigo yo con ella".
Cuando se le consultó a Mascaró que siente como diamantino ante la situación desesperante, éste aseguró: "Siento tristeza porque es un lugar donde reside mucha gente humilde, y porque la zona del Cristo Pescador es un lugar lindo, era una paisaje más de nuestra ciudad". Por su parte, la Secretaria de Acción Social del Municipio dijo que "es entendible que la gente no quiera dejar sus hogares, y es por ello que el equipo de psicólogos y trabajadoras sociales trabaja en el lugar junto con bomberos, policía, Prefectura y el nuevo director del hospital tratando de hacerles entender a esta gente que su vida corre riesgo".
