La falla geológica se extiende a lo largo de 130 metros y tiene más de dos metros de longitud. La zona se ha vuelto muy inestable. Es que de esos 130 metros, hay un bloque de 80 metros cuyo desbarrancamiento "es inminente".
"Este es un proceso de añares porque la barranca se desprende en forma vertical y eso ocurre porque a unos 35 metros hay una arcilla que es muy patinosa con el agua, y ante la bajada del río, además de las napas que tocan esa zona, se van desprendiendo bloques en distintos lugares", explicó a Elonce TV, el ingeniero civil Daniel Stamponi. Y en ese marco, detalló: "Hace unos cuatro meses, comenzaron algunas pequeñas fisuras que, una vez que se movieron cortaron por ahí, fue abriéndose la fisura y hace una semana se hizo muy grande y bajó de uno a dos metros".
"El bloque ya descendió y si llega a llover, se aceleraría el proceso de que se caiga", advirtió al respecto.
"Esto ya no tiene retroceso y tampoco tenemos solución que darle a este problema", reconoció.
El Servicio Meteorológico Nacional había emitido un alerta por probables tormentas fuertes para Entre Ríos y otras provincias.
Obras que no se hicieron
En agosto de 2003, el gobierno entrerriano anunció un Plan Provincial de Obras Públicas a través del Programa de Protección contra Inundaciones, el que contaba con el financiamiento del Banco Mundial y del JEXIM Bank de Japón.
Este proyecto tan anhelado por la comunidad, comenzó en el año 1992 los estudios preliminares encarados por el Municipio y que estuvieron a cargo de los especialistas Ing. Morbidoni y Geólogo Sanguinetti.
Continuó con la sanción de la Ley que autorizaba la toma de un crédito para la concreción de 6 obras de este tipo en toda la Provincia, cuyo autor fuera el Dr. Humberto Ré en su gestión como Senador Provincial (95'-99') y que se vio plasmado con la ejecución de las Obras de Drenaje.
De acuerdo a la primera etapa de esa obra, se había proyectado un diseño radial del sistema con conductos de desagüe que penetrarán en forma transversal las barrancas. De esta manera se buscará extraer el agua subterránea que ejerce presión, reduciendo los riesgos de inestabilidad que hoy se presenta en la zona. Por otra parte, está prevista la sistematización de desagües a nivel superficial.
Y para la segunda etapa, la que nunca se hizo, estaba previsto un proyecto urbano-geotécnico que complementaría las medidas de drenaje. La misma comprende obras como perfilados y bermas estabilizadoras, espacios de uso recreativos, veredas, bici-sendas, aterrazamientos, miradores al río, circuitos de paseos peatonal, incluyendo áreas para actividades vinculadas, forestación integral del área con identificación de especies para aumentar la estabilidad de la zona y sembrado de pastura para la parquización de los distintos sectores. "Ahora, es bastante difícil conseguir montos tan importantes para obras que son demasiado caras y tienen un beneficio chico porque lo que se quisiera salvar sería la zona del Cristo Pescador y la zona turística de Punta Gorda, pero tampoco son proyectos fáciles de tramitar", reconoció el ingeniero.
"La obra es cara y no estamos ni cerca de hacer algo así", apuntó.
