Sociedad Muchos se automedican

Alerta por el aumento de rinitis alérgica en el país

La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica alertó sobre el aumento de personas con rinitis alérgica, patología que se asocia frecuentemente con otras enfermedades como sinusitis, conjuntivitis, otitis media y asma bronquial.
Los estudios epidemiológicos demostraron que la prevalencia sigue aumentando principalmente en los países en desarrollo, probablemente relacionado al medio ambiente, a los cambios climáticos y al estilo de vida urbano.

En el marco de la semana de la rinistis alérgica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió hay entre 400 y 600 millones de personas que sufren de este problema.

La rinitis alérgica es una enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasal y por su alta prevalencia se la considera la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en la mayor parte del mundo, provocando un deterioro importante de la calidad de vida y produce un alto ausentismo escolar y laboral.
Asimismo, la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica presentó en 2017 los resultados del primer estudio de prevalencia en rinitis alérgica del país en la población comprendida entre los 5 y 44 años, y sus principales conclusiones fueron:

- La prevalencia actual de la RA en la población entre 5 y 44 años es del 20,5% (5.5 millones de personas).

- Es más frecuente en viviendas con mala ventilación y/o ubicadas en zonas de alto tránsito.

- Sólo 1.700.000 tendría diagnóstico médico de RA.

- 3.8 millones de personas padecen RA y no han sido diagnosticadas correctamente.

- 170.000 se automedican, esto puede llevar a tratamientos erróneos, falta de control de síntomas, percepción de falta de eficacia.

La rinitis alérgica, provoca ojos llorosos y comezón, estornudos y otros síntomas similares. Son crónicas: pueden durar años o toda la vida. Puede ocurrir de manera estacional o durante todo el año. El diagnóstico implica estudiar los antecedentes, examinar las fosas nasales y hacer análisis de la piel en algunas ocasiones.
Los síntomas incluyen estornudos, secreción nasal y lagrimeo, enrojecimiento y picazón en los ojos.
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