La sorpresa confirma la vanguardia demostrada por el saber jesuita, ya que fue construido hace cientos de años; cuando no existían mayores estudios técnicos. También esos viejos moradores buscaban agua dulce para abastecer el primer asentamiento.
Resta saber con exactitud hace cuánto tiempo se construyó el aljibe pero lo concreto es que se ubica en el mismo lugar donde en la actualidad - con toda la tecnología a disposición - maquinaria pesada, ingenieros, técnicos y operarios levantan la nueva planta que tiene el mismo objetivo: llegar con agua a los barrios de Concordia.
El hallazgo se produjo en el intenso movimiento de suelo que se realiza en el predio, bajo la mirada testigo de la edificación histórica del Naranjal de Pereda, publica Diario Río Uruguay.
