En la Cámara del Crimen de San Francisco se desarrolló hoy lunes la primera audiencia de un juicio muy singular: esta vez la víctima de la muerte que se investiga es un perro. Se trata del caso del cachorro Chocolate, de tres meses, que murió tras agonizar varios días después de ser despellejado en vivo.
Su caso se conoció a nivel nacional e internacional convirtiéndose en un símbolo contra el maltrato animal, y este lunes su muerte, se comenzó a juzgar en los tribunales de esta ciudad del este cordobés.
Lo más importante de esta jornada fue la declaración del peluquero Germán Gómez (37), único imputado como supuesto autor del delito de violación de domicilio e infractor a la ley 14.346 (ley Sarmiento), que establece una pena de 15 días a un año de cárcel. Sin antecedentes, es excarcelable.
Gómez declaró durante media hora y volvió a reiterar que es inocente. Cuestionó el accionar de algunos policías durante la investigación. Además, se lo vio tranquilo y accedió a responder preguntas del fiscal Oscar Gieco y de los jueces del Tribunal de la Cámara del Crimen de San Francisco.
El peluquero recordó que en esa jornada cuando supuestamente agredieron al cachorro, él cocinó y le dio de comer a sus perros y por la tarde, cerca de las 18, decidió cortar el césped y vio a la madre de los cachorros frente al departamento donde vivía. También, aseguró que no tenía conocimiento de los otros perros que supuestamente estaban en el departamento al frente del suyo y que nunca los había escuchado llorar.
En la sala, se escucharon los testimonios de la madre de Gómez, el integrante de la Fundación Bío Animalis, quien contó porqué realizó de denuncia por el caso para que la justicia investigue y la mujer que rescató a la mamá de Chocolate de la calle y la refugió en esa casa, donde tuvo a los cachorros.
Para el martes, se espera las declaraciones de los testigos y los peritos para determinar las pruebas que pesan sobre la acusación. También, se tiene previsto que al final de la jornada se dicte la sentencia.
Chocolate murió el 10 de enero de 2017, días después de haber sido hallado con gran parte de su cuerpo despellejado en una vivienda de barrio La Milka, en San Francisco. Su caso recorrió el país.
