Con el correr de los días las reparaciones solicitadas no llegaron, por lo que los vecinos, cansados de reclamar a la prestadora de telefonía, decidieron armar un "tendedero comunitario".
"El poste se ha enamorado de la luminaria", ironizaron, relatando cómo tristemente la pesada estructura de madera se sostiene contra la luminaria pública, supo La Calle.
"Por lo pronto ha decidido no caerse sobre personas u objetos. Ya se han humanizado. Los cables siguen su suave y cadencioso movimiento, mecidos por la brisa del atardecer. La empresa de telecomunicaciones ni cerca de acercarse. La calle sigue cortada. A nadie le importa. Así estamos", relató una vecina del lugar, a la espera de una solución al caso.