Una vez que el atacante colocó la cuenta a nombre de una víctima, puede realizar llamadas internacionales de larga duración o incluso puede adquirir teléfonos que son enviados al domicilio estipulado por el delincuente. Las consecuencias incluyen: altas deudas a nombre de las víctimas que ascienden a más de $25.000 y, en consecuencia, pueden ser registrados como deudores en el Veraz, situación que pone en jaque su historial crediticio, y grandes pérdidas a las empresas de telefonía, una vez que el usuario hace el reclamo.
Desde el punto de vista de la seguridad de la información, la relevancia de esta estafa viene dada por el hecho de que se estaría suplantando la identidad de una persona, aprovechando la facilidad con la que el sistema de autenticación desplegado por parte de las empresas telefónicas permite cambiar la titularidad de una línea. Al verificar cómo era el proceso de adquisición de un plan de abono mensual desde una tarjeta SIM comprada en un almacén, solo una de las empresas telefónicas consultadas respondió que se requería que el trámite fuese personal, presentando la documentación pertinente.
Para evitar caer en este tipo de fraude, el Laboratorio de ESET Latinoamérica recomienda ponerse en contacto con la empresa de telefonía correspondiente, mediante canales oficiales, y pedir un resumen de los productos que estén a nombre del usuario. Además, es importante solicitar la anulación de la posibilidad de realizar trámites de manera telefónica para asegurarse de que no podrán robar la identidad digital y utilizarla para endeudar al titular.
En caso de haber sido víctima, hay que tramitar la baja de la línea y el desconocimiento de la misma con la empresa telefónica. Aunque algunas personas han podido resolver el problema de manera no presencial, se aconseja obtener un documento firmado que corrobore el desconocimiento de esa línea.
Si la deuda es muy grande, su anulación debiese comunicarse al Veraz sin necesidad de intervenir. De todos modos, se puede llamar a la entidad para chequear que no se figura como deudor. Opcionalmente, si se ha sufrido percances graves a causa de este incidente, hay que ponerse en contacto con la Defensa del Consumidor o con el ENACOM (Ente Nacional de Comunicaciones).