Sociedad Gualeguaychú

Aguardan resultados de autopsia para avanzar en causa por mala praxis

El informe preliminar confirmó que Liliana Leonhardt murió a causa de una sepsis generalizada; pero su familia tiene otras sospechas y apunta a una ulcera que no fue tratada por los médicos que la atendieron en un sanatorio privado.
El informe preliminar confirmó que Liliana Leonhardt, la mujer de 51 años que murió a principios de octubre, falleció a causa de una sepsis generalizada. El Cuerpo Médico Forense todavía no se expidió sobre los estudios anatomopatológicos y toxicológicos que podrían despejar dudas sobre una supuesta mala praxis.

La familia de Liliana Leonhardt, la bibliotecaria y docente de Gualeguaychú cuyo extraño deceso se produjo el martes 3 de octubre de 2017 en el Sanatorio San Lucas de esa ciudad, está a la espera de los resultados de la autopsia practicada al cuerpo de la mujer.
Leonhardt tenía 51 años y trabajaba como bibliotecaria en el Instituto Magnasco. El 29 de agosto a las 16 llegó a la Clínica Médica San Lucas por un fuerte dolor en la cadera. En esa ocasión se decidió infiltrarla y volvió a su casa. Alrededor de las 20 regresó con un cuadro más complicado. Presentaba taquicardia y presión alta, y desde ese momento quedó alojada en la Terapia Intensiva de la clínica.

Según su familia, tenía un terrible dolor de columna "que luego se comprobó, a partir de una resonancia, que se debía a una hernia de disco". Poco después, Liliana pasó a sala común y cuando se le iba a practicar un estudio importante "se rompe el tomógrafo de San Lucas". El 2 de septiembre regresa a Terapia Intensiva con un deterioro neurológico severo, con compromiso encefálico y fallo renal, y una diarrea sangrante.
El peregrinar de la familia comenzó cuando todo se agravó y no se daba con el diagnóstico. Los médicos de San Lucas recomendaban un traslado a un centro de mayor complejidad y desde la Obra Social de Trabajadores de las Comunicaciones (OSTRAC), a la cual pertenecía Liliana, se ofrecía la clínica La Merced, de Martín Coronado, en la provincia de Buenos Aires. Esta oferta no convencía a los médicos porque no se trataba de un centro de salud muy diferente al de Gualeguaychú.

No hubo acuerdos y el tiempo transcurría. No se definía un lugar para trasladar a Liliana y la familia decidió por presentar una cautelar al juez de Familia Héctor Vassallo, la cual fue desestimada por el magistrado. En estos vaivenes se llegó al 3 de octubre y Liliana murió.
A la espera de los resultados de la autopsia
El grupo de trabajo que dirige el médico forense Luis Moyano practicó la autopsia sobre el cuerpo de Leonhardt, que tras ser exhumado fue alojado en una cámara de frío a temperaturas bajo cero para frenar el proceso de putrefacción.

De este examen se desprendió que Liliana Leonhardt murió a causa de una sepsis generalizada, pero no hay indicativos que demuestren una mala praxis. Por ello, y para tener un análisis más preciso, se requirieron los estudios complementarios. Estos son los que por el momento están demorados.

De estos resultados dependerá el futuro de la causa y el posible llamado a indagatoria del Ministerio Público Fiscal a las personas que atendieron a la bibliotecaria.
En tanto, la familia de Leonhardt solicitó el estudio del colon que fue secuestrado del laboratorio del patólogo, que a su opinión profesional habría indicado que el fallecimiento fue a raíz de una pancolitis.

Por lo pronto, todo está como era en un principio. Sólo se ha podido establecer que la causal de muerte fue una infección generalizada, pero hasta el momento nada acusa que haya existido una negligencia médica.

Es una incógnita lo que pueda resultar de la autopsia, porque Leonhardt murió el martes 3 de octubre y al día siguiente se enterró su cuerpo en el Cementerio Parque. Pasaron tres días en descomposición hasta que fue exhumado y trasladado a Oro Verde. Muchas pruebas que podrían ser claves se podrían perder.

Desde el Centro Médico San Lucas se optó por el silencio, porque hasta el momento no hay ninguna acusación formal y las autoridades prefieren no polemizar con la familia hasta tanto exista algún elemento que ponga en duda el accionar médico. Por lo pronto, y según se informó en octubre pasado, los profesionales médicos están muy tranquilos con el tratamiento que se le brindó a la paciente. (ElDía)
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