Sociedad Imprudencia

Para la Justicia, chofer de micro que desbarrancó en Mendoza actuó como homicida

Los ocupantes del micro eran chicos de entre 9 y 19 años, integrantes de la escuela de fútbol Colo Colo de Lo Boza. Iban a jugar un torneo en Asunción, Paraguay. Venían desde la comuna de Quilicura, al norte de Santiago de Chile.
Los ocupantes del micro eran chicos de entre 9 y 19 años, integrantes de la escuela de fútbol Colo Colo de Lo Boza. Iban a jugar un torneo en Asunción, Paraguay. Venían desde la comuna de Quilicura, al norte de Santiago de Chile. También viajaban otros chicos invitados de una escuela de Lican Ray, un grupo de padres y hermanos.

El chofer Leonel Quiroga Morales (39), acusado de homicidio por las tres muertes, podría recibir una pena de 8 a 25 años de prisión, según informó la Procuración mendocina.

"El chofer había hecho más de 20 veces ese camino", dijo en un informe la gerente de la empresa MelTur, Alicia Melendez.

Pero esta vez ganó la imprudencia: a 15 kilómetros de haber cruzado el túnel internacional Cristo Redentor, ya en territorio argentino, el conductor quiso pasar a un camión y se encontró de frente con otro colectivo, con patente de Brasil.

Olegarido Rodrigues, el chofer brasileño que se encontró de frente con el micro de la tragedia, contó cómo ocurrió el accidente: "Yo iba subiendo en dirección a Chile, sin pasajeros, cuando cerca de la curva vi que venían unas luces. Fue todo muy rápido, venía hacia mí, sólo intenté correrme para evitar el choque frontal", relató.

Los jugadores de fútbol, sus entrenadores y familiares, ratificaron este testimonio: "El chofer fue muy imprudente durante el camino. Le advirtieron que bajaran la velocidad", contó Cristina, mamá de uno de los chicos heridos. Su hijo de 15 años, tiene una fractura en la pierna.

La mamá contó que su hijo está todavía en shock: "Cierra los ojos y se imagina todo. Él tenía miedo durante el viaje, trataba de dormir y no podía. Volcaron y justo al frente estaba la niña que falleció", dijo y relató que su hijo llevaba el cinturón puesto porque, minutos antes del accidente, uno de los entrenadores les recomendó hacerlo porque el micro viajaba muy ligero.

"El profesor que iba a cargo del Colo Colo le decía al chofer que fuera más despacio, pero parece que lo único que le importaba era llegar rápido", recordó una de las heridas, Ruth Rosas, que tuvo un golpe en la cabeza y su hijo, de 18 años, un tajo en el mentón y fracturas en sus dedos.

Sólo quedan cuatro pacientes internados en Mendoza, un nene y tres adultos. El herido más grave es Alejandro Pirul Bora (9), con lesiones por aplastamiento de tórax. "Continúa en estado crítico, pero estable", según el parte médico.

En las próximas horas, en un avión sanitario viajarán los pacientes dados de alta, los fallecidos y los familiares, acompañados por la asistencia del equipo de Salud Mental de la provincia.
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