Sociedad Después de 58 años

Cerró "El Gallo de Oro", un histórico comercio de Chajarí

El lugar que forma parte de la historia de Chajarí, Por el mismo pasaron varias generaciones de ciudadanos, no solamente de esa ciudad, sino también de comunidades vecinas. El miércoles amaneció cerrado.
"El Gallo de Oro" cerró sus puertas para siempre el martes y la esquina de Sarmiento y Bolívar de Chajarí, donde estuvo funcionando durante años este popular comercio chajariense, se muestra silenciosa y hasta desolada.

Para los herederos de sus propietarios, no es una situación fácil de digerir, si tenemos en cuenta la tradición familiar que significó estar al frente de este kiosco en el que además se podían adquirir diarios, revistas, libros, etc.

María Angélica Ibarguren, hija de los dueños de "El Gallo de Oro", manifestó a Radio Chajarí que "soy hija de 'El Gallo' y de la gran 'Yola'. Hoy se cierra una etapa de 58 años, más allá que en mi corazón, tenga la esperanza de ver volver a 'El Gallo de Oro'".

"Este comercionació por iniciativa de mi padre, el famoso 'Gallo', quien le dio inicio a la actividad luego de haber sufrido un accidente ferroviario. Junto a mi madre, hicieron un sacrificio muy grande para lograrlo. Yo tenía cinco años en aquel entonces, por lo que considero a este lugar parte de mi vida", sostuvo emocionada.

Luego dijo que "este lugar fue mi hogar y vi pasar a mucha gente. Vivimos muchas alegrías, conocimos a muchos amigos como así también a varias generaciones".

"Yo me retiré de 'El Gallo de Oro' por pedido de mi madre, ya que me tuve que hacer cargo de su cuidado, a principios del año 2016. El negocio, por su parte, fue entregado a mi hijo Gustavo Silva, quien fue la persona que tomó la decisión de cerrarlo", señaló.

Luego rememoró que "mi madre le dio el permiso a mi hijo para que continúe con la actividad de 'El Gallo de Oro', y que lo mantenga siempre arriba. Lo único que puedo decir es 'mami y papi, hoy se cierra una etapa'".
Los inicios
Al momento de recordar los inicios del comercio familiar, Ibarguren dijo que "'El Gallo de Oro' comenzó como agencia de lotería, y formábamos parte de la gran Agencia Ojeda. En el año 2001 dejamos de trabajar en torno a los juegos de azar".

"A lo largo de varios años, mucha gente compró su billetito. Mi papá siempre decía 'el Gallo no falla', a la vez que mi mamá decía 'aquí está la grande'. Mucha gente sacó 'la grande' en nuestra agencia, y otorgamos muchos premios. ¿Quién no recuerda haber comprado allí el billetito para 'El Gordo de Navidad'?. También 'El Gallo de Oro' vendió un billete que luego fue favorecido en el sorteo de Los Reyes Magos", recordó.
Posteriormente manifestó que "mi madre, por ser docente, dio inicio a la parte de librería en 'El Gallo de Oro', como así también a la venta de revistas. Inmediatamente creció la venta de revistas, además de los textos escolares y diarios. En cuanto a estos últimos, nosotros fuimos los primeros en traer para la venta el diario Clarín a Chajarí".

"Llegamos a ser grandes distribuidores durante mucho tiempo - añadió - del diario La Nación, del diario Clarín y de todas las revistas nacionales. Pasaron los años, y al dedicarme exclusivamente al cuidado de mi madre, yo dejé todo lo relacionado a la venta de revistas y demás".

Ibarguren rememoró luego que "yo la traje de vuelta a Chajarí a mi madre, el día 31 de diciembre del año 2015, porque sus grandes amores, que fueron María Soledad y Agustín Lamas (hijos de María Angélica Ibarguren), viven aquí".

Una esperanza latente

Ibarguren manifestó que "yo ya no tengo fuerzas para ponerme al frente nuevamente de 'El Gallo de Oro', pero hay una esperanza que no se pierde, y es la de volver".

"El nombre de 'El Gallo de Oro', que siempre voy a mantener bien en alto, surgió por parte de mi bisabuelo de apellido Comas, dado que él lo trajo a mi abuelo desde Francia hacia la Argentina. Ellos vivieron en una posada que está en Suiza, y que ojalá Dios me permita conocerla, que lleva el nombre 'El Gallo de Oro'. De ahí surgió el nombre del comercio", recordó nuevamente emocionada.

En otro tramo aseguró que "durante muchos años, nuestra vida giró, los 365 días del año, en torno a 'El Gallo de Oro'. Esto es parte de mi vida, de mi historia, de todo. Tengo una inmensa cantidad de recuerdos, sobre todos los momentos compartidos con mi padre. Una vez, él me hizo subir a un banquito, que aún conservo, y me hizo elegir un billete de la Lotería. A ese billete lo seguí jugando hasta el año 2001, porque considero que fue uno de los mejores regalos que me hizo mi padre".

"También recuerdo cuando vendimos una 'grande', cuyo importante premio, fue pagado al favorecido, en efectivo, en nuestra casa. Nunca vi tanta cantidad de dinero, en este caso, sobre una mesa. La mujer favorecida le pedió permiso a mis padres para pasar al baño, dado que tenía guardado en su ropa interior el billete (risas). Otro recuerdo latente es el momento en el que mi padre preparaba el mate, y se sentaba en el frente del negocio. En ese momento llegaban sus grandes amigas: Mirta Pérez, Elena Narvaiza, entre otras. Lo mismo hacía mucha gente que se acercaba a compartir esos momentos con él, quien los invitaba con un mate y lo hacía con alegría", concluyó.
Fuente: Cjajarí al Día
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