Sociedad Escalofriante caso

La terrible situación que rodea el crimen de la niña de cinco años en Córdoba

El cuerpo estaba en un baldío y tenía signos de violencia. "Antes vendíamos (drogas) para darle algo de comer a nuestros hijos", dijo el padre. Descartan un ajuste narco y apuntan al accionar de un depravado, que fue detenido.
La angustia de la familia de Abril durante las 44 horas que permaneció desaparecida hasta el hallazgo del cadáver. El papá reconoció haber vendido drogas, pero el crimen de la niña no fue por una venganza narco.

"No le debemos nada a nadie", aseguró Cristian Sosa, el padre de Abril, la pequeña que fue hallada muerta en Córdoba.

Y en ese contexto de desesperación, previo al hallazgo del cuerpo de la chiquita de cinco años, admitió haber vendido drogas.
"Sí, antes sí vendíamos (drogas), pero era una cosa pequeña, al menudeo, como para darle algo de comer a nuestros hijos. Imagínese que si hubiéramos sido narcos no viviríamos como vivimos, ni vidrios tiene esta pieza", decía al diario La Voz, señalando una ventana precariamente cubierta con trapos y trozos de nailon.

Abril fue la quinta de seis hermanos, y Mayra, la mamá, está embarazada del séptimo. Ella y su marido se dedican, desde hace un tiempo, a cuidar autos en la zona del Correo Argentino, en el centro cordobés. Macabro hallazgo
Los restos de la niña se encontraban debajo del chasis de un camión, adentro de un bolso, en un terreno baldío de barrio Alta Córdoba, en la calle Anacreonte, entre Sucre y Jujuy.

El principal sospechoso de la causa, identificado como Daniel Ludueña y vecino de la víctima, declaró por más de cinco horas y habría confesado el crimen, por lo que fue inmediatamente detenido e imputado. El hombre de 35 años guió a los policías hasta el lugar donde yacía el cadáver de la niña.

La fiscal que interviene en la causa, Claudia Palacios, dijo a la prensa que esta persona tiene "antecedentes del tipo de delito contra la integridad sexual".

Las fuentes consultadas dan por caída la "hipótesis de un ajuste narco" sobre la que trabajó al inicio de la causa, y si bien deben realizarse las pericias, el caso sería producto del accionar de un depravado.
"Puede que no haya sido un ajuste de cuentas sino un pedófilo", confirmó Palacios a Cadena 3.

La fiscal, por otra parte, indicó: "Me sorprende que hay chicos en la calle hasta muy altas horas y los padres no toman medidas al respecto".

"Estoy diciendo que los padres tenemos que cuidar a nuestros hijos y no dejarlos en la calle", insistió.

La desaparición

"Terminamos de comer, me pidió ir a jugar con amigos, la acompañé a la vereda hasta que cruzó. Mi vecinito, que es amigo de ella, dice que los acompañó al quiosco a comprar algo. De ahí en más, no sé nada de ella", repetía Mayra.

Andrés, un vecino, aseguraba haberla visto con otros niños cerca de la medianoche en la esquina de República y Santiso y Moscoso. "Le dije que cruzara con cuidado, que venían autos", describía.

"Yo no soy una mala madre, necesito que dejen de decir cosas y me ayuden a encontrar a mi hija", pedía entre lágrimas Mayra.
Contaba que es común que en esa cuadra los niños jueguen en la calle hasta tarde, y sostenía que no tenía "nada que ocultar". "Sólo quiero a mi chiquita de vuelta, en mis brazos", suplicaba. Horas más tarde, el hallazgo de la niña asesinada puso fin a una angustia de 44 horas, para transformarla en un dolor infinito.
Mensaje en Facebook

Un mensaje en la cuenta de Facebook de Mayra, la mamá de Abril, de los primeros días de diciembre, alentaban la hipótesis del ajuste: "Si tenés problemas los arreglamos cuando quieras, ya me las vas a pagar. Con mis hijos no". Lo que no decía el mensaje es a quién iba dirigido.

El supuesto asesino vivía a menos de 100 metros.
Fuente: La Voz del Interior/ Cadena 3
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