Sociedad Bipulmonar y hepático

En la Fundación Favaloro se realizó el primer triple trasplante de Latinoamérica

Tras dos años de permanecer a la espera de los órganos, un joven de 19 años con fibrosis quística recibió un trasplante bipulmonar y hepático. La intervención duró casi 12 horas y requirió un coordinado trabajo en equipo de 18 especialistas
Tanto Matías Proverbio, el paciente de 19 años que recibió el trasplante, como el cuerpo de cirujanos de la Fundación Favaloro, recordarán con alegría y orgullo una fecha que pasará a la historia: el 12 de diciembre de 2017.

Ese día se realizó el primer trasplante combinado de pulmones e hígado a un paciente con fibrosis quística con falla hepática. El primero de América Latina y uno de los pocos del mundo (en Estados Unidos hay sólo 91 intervenciones de este tipo registradas y otros pocos en Europa).

El jefe de trasplantes de la Fundación Favaloro, Alejandro Bertolotti, definió como "un gran avance para nuestra medicina" el trasplante que realizó junto a su equipo al joven de Avellaneda que recibió dos pulmones y un hígado a causa de una fibrosis quística, la primera cirugía de ese tipo en Latinoamérica.

El cirujano que operó el último 12 de diciembre al joven, aseguró que este tipo de intervenciones "afortunadamente no son muy frecuentes, pero lo bueno es saber que estas cosas también se pueden resolver cuando se presentan, es un gran avance para nuestra medicina. Es la primera en Latinoamérica".

"La fibrosis quística es una enfermedad congénita, heredada, que no tiene por el momento una cura especifica, si bien se van logrando avances en la medicina para mejorar la calidad de vida de los pacientes", explicó.

Matías fue dado de alta hace una semana luego de recibir el reemplazo de sus dos pulmones y su hígado en una operación de 12 horas en la Clínica Favaloro, tras dos años de permanecer a la espera de los órganos.

"Cuando en algunos casos graves como este, la enfermedad va generando daños grandes, infecciones en los pulmones y puede generar cirrosis hepática, se requiere un trasplante", dijo Bertolotti.

"Es muy difícil esta enfermedad, a los 16 me diagnosticaron en el Hospital Argerich, me atacaba mucho los pulmones, el hígado y el páncreas", contó Matías y agregó que "hasta mis compañeros del colegio me veían muy mal".

"La doctora me lo dijo de una, que la única forma de salvar mi vida y estar sano era el trasplante, por eso me lo tome bien, tranquilo, pero mi mamá se lo tomó un poco mal", relató el joven a TN.

La madre de Matías, Zulma, aseguró que estará "eternamente agradecida a la familia del chico donante", y precisó que se trataba de un joven de 20 años de Formosa.

"Cuando me dijeron que tenía que hacer el trasplante sentí miedo, es mi único hijo, pero bueno lo hablé y lo fui aceptando", dijo Zulma.
Matías contó que "voy a festejar dos cumpleaños, el 12 de agosto, cuando nací, y el 12 de diciembre, que volví a nacer" y contó que en seis meses podrá retomar su vida normal.

"Es importante donar órganos, yo prefiero que se donen los órganos, a que se los coman los gusanos en un cajón", aseguró.
Por su parte, Bertolotti festejó que "afortunadamente hubo un crecimiento el último año en la donación de órganos" y destacó que la operación de Matias "no se hubiera logrado sin el trabajo del Incucai".
Sobrevida
La sobrevida esperada para un paciente que recibió un trasplante pulmonar por fibrosis quística, supera actualmente los 8 años. La mitad de los pacientes sobrevivirán por lo menos ese tiempo con muy buena calidad de vida. Pero la Fundación Favoloro registra casos de pacientes trasplantados por fibrosis quística hace 20 años.

La expectativa de vida dependerá del estado clínico del paciente. Cuando el paciente llega en una situación demasiado grave, demasiado afectado, o la derivación fue tardía, no se puede asegurar el éxito.

Los pacientes
En general los chicos con fibrosis quística se autodenominan guerreros. Son chicos muy resilientes y tienen una gran capacidad de recuperación porque viven con la enfermedad desde que nacieron. En general están muy informados porque la enfermedad los lleva a estar permanentemente en contacto con médicos, conocen muy bien su cuerpo y cómo evoluciona su enfermedad. Y a la luz de los resultados que obtienen los trasplantes, estos chicos guardan una gran esperanza. La calidad de vida mejora notablemente.

El médico explica que estos pacientes están permanentemente pensando en respirar, algo que para cualquiera de nosotros es un acto automático e inconsciente. Además, tienen terror de dormir. Pero todo eso desaparece después del trasplante.

Esta enfermedad no se cura. A la vez, genera diabetes, trastorno de la absorción intestinal -porque necesitan incorporar de por vida, enzimas e insulina y tomar la medicación necesaria para que el cuerpo no rechace el trasplante. Pero mejoran la calidad de vida.

Fibrosis quística
Quienes la padecen, no pueden digerir los alimentos porque su páncreas no produce enzimas digestivas, lo mismo ocurre con las glándulas salivales y la sudoración. El sudor de estos pacientes contiene más sodio y por eso ellos mismos hablan de "besos salados".

¿Cómo afecta eso en el pulmón? Los pulmones normalmente realizan una limpieza de los gérmenes que ingresan cuando respiramos; pero en estos pacientes, como el sistema no funciona bien, las secreciones son más espesas y no logran eliminar los gérmenes. Estos se van acumulando y generan infecciones "colonizándo" los órganos y dañándolos.

Con el paso del tiempo, los pulmones se van destruyendo y los gérmenes se vuelven más agresivos y resistentes a los antibióticos. El daño es tan grande que a veces requieren de oxígeno sumplementario y por supuesto, terminan en un trasplante pulmonar. En raras situaciones, si el paciente genera una cirrosis hepática, puede requerir de trasplante hepático.
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