"Eduardo quiere transmitir que no hay trabas, que se puede cumplir con todo lo que uno se proponga", comentó su hija al diario La Voz del Interior.
Y es que para Eduardo Etchepare, no hay obstáculos grandes: hizo la carrera casi año a año con una discapacidad visual, dos audífonos, una operación de cadera y un marcapasos.
Es oriundo de Buenos Aires y hace más de diez años vive en Mendiolaza, localidad de las Sierras Chicas, en la provincia de Córdoba.
Eduardo es martillero público y a los 77 años empezó a cursar abogacía.
Emocionado contó que su familia "hizo un escándalo" cuando se recibió y que le "tiraron huevos y harina" luego de sacarse un 8 en su examen final.
Confesó que esta historia no termina aquí ya que su objetivo es "el doctorado".
Fue docente y director de escuelas públicas. Cursó tres años de al carrera de Medicina pero abandonó para trabajar y apoyar la educación de sus hijos estudiaran.
Algunos de sus ex compañeros de carrera subieron postales a Facebook para relatar lo orgullosos que estaban de él y cómo se había transformado en un ejemplo de superación, vocación, y voluntad.