Según lo que manifestaron los profesionales que atendieron al niño, en Concordia hay varios casos bullying y son principalmente de las escuelas privadas con orientación religiosa.
"Me motiva hablar para que esto se termine y para que los padres se den cuenta de lo que está pasando", expresó. "El problema lo tenemos desde tercer grado, cuando empezó a bajar el rendimiento escolar; después de ser atendido por profesionales, concluyeron que se trataba de la influencia de su entorno que repercutía en todo lo que le estaba pasando; ahora, cuando estaba en el quinto grado, él ya no quería salir a los recreos porque lo tenían amenazado, lo corrían, lo molestaban y le hacían de todo, cuando hacía un trabajo demoraba varias horas, habían socavado su confianza, pensamos que eran problemas en el estudio porque tenía muchas exigencias; pero, un día salió del colegio y me dijo que no quería entrar más", denunció César.
"Al principio, no entendía qué le estaba pasando y pensé que eran cosas de él, pero un día le pedí que me cuente, que me dijera la verdad de lo que le estaba pasando y empezó a contarme, realmente no podía entender que haya soportado todo tipo de barbaridades, porque le hacían y le decían de todo por tener algunos kilos de más y también por ser bueno", agregó.
Una drástica decisión: Lo cambiaron de escuela
"Por eso decidimos que había que cambiarlo de escuela, a los pocos días en el grupo de whatsapp, sus mismos compañeros hacían comentarios pidiéndole que vuelva y pidiéndole perdón por no haberlo ayudado, hay otro chico que también se fue de la escuela", señaló el padre de César."No todos los chicos tienen la misma fortaleza para defenderse y para aguantar cargadas, pero el acoso y el maltrato eran constantes y estaban todo el día diciéndole que era gordo, que tenía sobrepeso. Le entraron con eso y le decían cosas todo el tiempo, descubrimos que esto venía desde hace muchos años y él se las tragaba solo", sostuvo.
Consultado acerca de si elevó su reclamo, tanto a docentes como a directivos de la escuela, precisó que éstos lo negaban, "en todo momento nos decían que el caso de nuestro hijo no era bullying y me hablaban de roles de víctimas y de victimarios; pero nadie se ofreció a ayudarlo; para nosotros, como se quiera llamar, es maltrato y nadie del colegio nos dio una mano ni hicieron nada por cambiar esta situación con los otros chicos, no hubo reuniones, no llamaron a los otros padres, ni siguieron un protocolo, en todo momento minimizaron nuestra situación", aseguró.