Según el relato de sus familiares, el chico estaba montando un potro y cuando el animal jineteó, originó la caída del joven, que golpeó su cabeza contra unos rieles de ferrocarril existentes que había en el lugar.
El adolescente sufrió un fuerte traumatismo en el sector occipital de su cerebro -es decir la parte posterior inferior del cráneo- y cortes en su cuero cabelludo. Quedó alojado en Terapia Intensiva para un monitoreo constate de su condición y 24 horas después mostró signos de evolución.