Es que, según el relato que hizo el pariente de la mujer que descubrió el episodio que sacudió a todo Tucumán, la propia enfermera le habría entregado la llave para que pudiera abrir la puerta. "Andá a ver a los chicos", le habría señalado una vez que ingresó.
Los cuerpos de Marcelino, de 4 años, y Pía, de 2, fueron hallados sobre la cama y debajo de la misma había dos bolsas con sangre. Según creen, la mujer habría juntado el líquido después de provocarles los cortes a sus hijos. Ese mismo dato no tiene explicación pero podría llegar a ser usado como prueba de un supuesto desorden mental.
La abogada del padre de las víctimas señaló que uno de los problemas que llevó a la separación de la pareja es que en varias ocasiones "desaparecía" mañanas enteras y "dejaba a los chicos solos".