La primera comida del día es fundamental porque irrumpe un período de ayuno prolongado: las horas de sueño. Durante el sueño, muchas funciones cerebrales "se duermen" y es necesario el aporte energético que les proveerá el desayuno para reactivarse. Los nutrientes básicos para cumplir con ese objetivo son las vitaminas, hierro, zinc y el calcio entre otros minerales, por o que una combinación equilibrada debería tener lácteos, pan, cereales y frutas variadas.
-Presentan menos masa muscular y más grasa
-Tienen más riesgo de enfermedad cardiovascular
-Tienen menor rendimiento intelectual
-Tienen más grasa abdominal
Entonces, para tener un buen desayuno, la clave está en incorporar opciones de alimentos nutritivos y manejar las porciones de fruta fresca, yogurt, pan integral, frutos secos, queso y alguna mermelada. También es fundamental aprender a hacer buenas combinaciones. En caso de querer comer medialunas, se podrá decidir comer solo una y luego una fruta. Fuente: (Víagourmet).-
