En tanto se continúan realizando análisis toxicológicos para constatar si existieron sustancias químicas dentro del organismo de la niña, prácticas habituales en este tipo de examen que llevan algunos días de procesamiento.
Por otra parte, se investiga si la víctima era alérgica por lo que tras el allanamiento a la finca de donde aparentemente la niña tomó las mandarinas se retiraron varias botellas y bidones de líquidos fertilizantes de 20 litros de 10 y de 5 litros que van a ser analizados, pese a ser productos autorizados en la fumigación de cítricos.
El director del hospital de Saladas, Walter López, informó en declaraciones radiales que por el momento no está confirmado que ella se hubiera intoxicado con algún pesticida. En todo momento, el médico aclaró que se trata de la principal sospecha, debido a que el único dato sospechoso referido al caso tiene que ver con la ingesta de las mandarinas en un quinta de la localidad de Mburucuyá, pero que aun así son sólo conjeturas.
"Recibimos una niña de 12 años, derivada del hospital de Mburucuyá, donde había sido asistida por un cuadro de descompensación hemodinámica, aparentemente relacionado con la ingesta de un alimento contaminado", relató el médico.
"A la niña la recibimos sin signos vitales, en paro cardiorrespiratorio. Ingresó, fue asistida por los médicos de guardia; luego de los intentos de reanimación y los resultados negativos de los mismos, pierde la vida. Por lo que nosotros sospechamos, analizando el informe del médico que la atendió en primer lugar y el que la acompañó en el traslado, es que el paro lo habrá hecho a la altura de Pago de los Deseos, y cuando ingresó a nuestro nosocomio lo hizo sin signos vitales", aclaró.
"La niña, aparentemente sufre un cuadro de descompensación hemodinámica con pérdida de conocimiento, ingresó en muy mal estado general, por lo que nos cuenta el doctor Uribe, del hospital de Mburucuyá, al igual que el médico que la traslada, el doctor Galarza Florentin. Cuando los médicos de Saladas interrogan a los familiares, el único dato que llamaba la atención es que ella y su hermanito habían ingresado a una quinta de la localidad de Mburucuyá y habían consumido mandarinas", explicó.
"Por este dato se sospecha que podría estar relacionado a un cuadro de intoxicación con algún químico, que se interpretó que podría haber sido la causa, ya que aparentemente se trataba de una nena sana. Aunque debo decir, que tras hablar con los profesionales que la atendieron, ninguno me manifestó que ella tuviera signos vinculados a la intoxicación", manifestó el médico.
También comentó que otra sospecha que manejaban en el hospital de Mburucuyá era que la descompensación la podría haber causado "un cuadro convulsivo, que podría haber originado que la niña se broncoaspire".