Sociedad Tiene 4 años

La historia de Bruno, el perro clave en la investigación por el crimen de Anahí

El can, de raza Weimaraner, tiene 4 años y es uno de los mejores perros rastreadores de Buenos Aires. Guiado por su dueño y adiestrador, ayuda a la Policía en casos complejos, como el ocurrido la semana pasada.
Se llama Bruno, es un perro de raza Weimaraner de 4 años que pertenece a la brigada canina de la Municipalidad de Escobar, y su fama trasciende los límites de ese distrito. Este fin de semana, fue clave en la investigación por el crimen de Anahí, y no fue su primera vez.

Fiscales, policías y hasta políticos del ámbito bonaerense, y también de otras provincias, lo buscan para dar con personas. Y en el caso del crimen de Anahí fue quien marcó anoche el rastro de la adolescente de 16 años en la casilla del predio de Santa Catalina que está pegada a la estación del ferrocarril Roca, a tan solo 300 metros de donde hallaron el cadáver de la chica de 16 años el viernes pasado. "Por orden de las fiscales fuimos al lugar con un perro adiestrado y se hizo una pericia de olor puro. El animal olió ropas de Anahí y cuando lo soltaron en el lugar del hallazgo fue derecho a esta casa", indicaban las fuentes cuando hablaban de cómo Bruno colaboró anoche en la causa.

Y pensar que este Weimaraner llegó a sus adiestradores de casualidad: "Se lo habían regalado a una amiga y, como ella ya no lo podía tener, me lo dio", dice Raquel Peralta, instructora canina y pareja de Diego Tula, el guía de Bruno.

"Yo llevaba a otro perro a una asociación donde el capitán Néstor Páez de la Policía Científica de la Bonaerense le vio algo especial a Bruno y, junto a Mario Rosilla, especialista en Odorología forense del Ministerio de Seguridad de Corrientes, se lo preparó para rastro criminal", recuerda Raquel ante Clarín.

Así Bruno se convirtió en el único perro certificado en la provincia de Buenos Aires para rastro específico. ¿Que significa esto? "Hay canes entrenados en búsqueda de narcóticos o de pólvora, o sea, sólo encuentran esos olores, siempre los mismos. En cambio, el de rastro específico busca lo que le hagas oler en el momento", explican a Clarín desde la secretaría de Seguridad de Escobar, a cargo de Graciela Cunial y quien creó la brigada canina en ese distrito hace un año y medio.

"El olor de las personas es único, como una huella digital. Por eso, cuando buscamos a alguien vamos a la casa, tomamos algo que tenga sólo su olor puro, sin contaminación, y eso se resguarda en un frasco o bolsa ziploc para procesarlo con calor y así resaltarlo. Recién ahí le hacemos la transferencia a Bruno", explica a este diario Diego Tula, el guía de Bruno.

Y detalla que el calor extremo o la lluvia no es una condición climática apta para que el perro trabaje; que, en general, puede hacer entre dos o tres rastreos cortos por día y que con los ladridos le señala lo que encontró: "Es como si fuéramos una sola persona".

Bruno, Raquel y Diego Tula llegaron a trabajar al municipio de Escobar hace un año y medio y, desde entonces, la pareja adiestra a los otros cuatro perros de la brigada para buscar rastros, pero no de personas sino de armas, sustancias y municiones. Son cuatro ovejeros alemanes, Sheiko, Merlín, Estephan y Boris; y una labradora, Candy.

Justamente, ayer se hizo en Escobar una competencia internacional de la Federación Cinológica Argentina de la participó la brigada canina local y el juez francés Vincent Solare premió a Bruno por su gran labor en la búsqueda de personas. "Lo han pedido de diversos municipios: de Baradero, San Fernando, el otro día nos llamaron de Tres de Febrero por un nene perdido y hasta nos han contactado de Santa Fe", dice Cunial.

Al Weimaraner, que tiene ya tres años de adiestramiento, el galardón le llegó justo en un fin de semana bastante movido. Es que el sábado a la noche participó del allanamiento en la casa de Llavallol de profesor de matemáticas Leonardo Agostino (40), el primer sospechoso que tuvo el caso Anahí, pero su labor dio negativa: no halló rastros de la adolescente en esa propiedad.

Luego, estuvo en la competencia de canes y de allí partió nuevamente para Lomas de Zamora. El trabajo de Bruno fue clave en el predio de Santa Catalina donde apareció Anahí asesinada. Fue él quien marcó el rastro de la adolescente en la casilla donde fue detenido un segundo sospechoso, identificado como Marcos Esteban Bazán, de 34 años. (Clarin)
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