Brenda, de 27 años, y Lucas, de 26, son padres de Federica, de 3, y juntos se lanzaron hace un año y medio a la aventura de recorrer esa parte del mundo.
Mientras vivían en Ushuaia -donde trabajaron casi un año- decidieron convertirse en una "familia viajera" ya que en 18 meses visitaron Chile y gran parte de la Patagonia, como Calafate, el Glaciar Perito Moreno, El Chaitén, Bariloche, El Bolsón y Esquel, además de Mendoza, donde estuvieron ultimando detalles del viaje.
La familia partió con apenas dos bolsos y algunas bolsas reciclables de supermercado hasta que en Chile compraron una carpa, bolsas de dormir y mochilas de viaje.
A pesar de contar con algo de equipamiento, los viajeros resuelven sus hospedajes en gran parte con la red de coachsurfing, donde varios usuarios del mundo registran sus hogares para recibir a otras personas.
Aunque la primera parte del viaje la pudieron financiar con ahorros previos, ahora viven el día a día con los trabajos que vayan encontrando. Aseguran que venden tejidos a crochet, muñecos tejidos a mano, pulseras de macramé y hasta están dispuestos a hacer malabares para juntar algo de dinero.
No descartan conseguir trabajos temporales para seguir solventando su aventura ya que no tienen fijo el tiempo que pasarán en cada lugar.
El viaje recorrería cerca de 18 mil kilómetros, y no tienen estipulado ningún plazo para completarlos.
El próximo destino que tienen listo es Chile, desde allí la idea es llegar a Perú, Ecuador, Colombia y seguir por algunas islas del Caribe, llegar a Panamá, el resto de América Central, México, Estados Unidos, Canadá y así llegar a Alaska.
Respecto a su hija y lo que implica viajar en estas condiciones con un menor, Brenda y Lucas aseguran que es fácil porque es muy extrovertida e incluso los ha ayudado a entablar conversaciones.