Sociedad Ocurrió en Bahía Blanca

Acusó a compañero por abuso, la Justicia lo absolvió y ella se quedó sin trabajo

Vanesa García está convencida de que su juicio fue arreglado. Dice que en vez de ayuda, recibió burlas y amenazas. Sufre depresión y aún no consiguió empleo. El reclamo de la mujer lleva casi 5 años en Bahía Blanca.
Vanesa García reclama justicia. En 2012 acusó a un compañero por abuso sexual en su lugar de trabajo (la delegación noroeste del municipio de Bahía Blanca) y la Justicia le fue esquiva. En un fallo polémico, el tribunal que juzgó a Rafael Belamendia, desoyó los peritajes y el pedido de la fiscalía (de 5 años de prisión) y sobreseyó al imputado. Ella apeló, pero la Justicia otra vez le dijo que no. Hoy, casi cinco años después, ella se quedó sin trabajo y no logra rehacer su vida.

Vanesa perdió su fe en la justicia. Según relata, está convencida de que su juicio fue arreglado. "Hubo una mano extraña. Había pruebas suficientes, pero las personas que él llevó a declarar estaban amenazadas por el sindicato. Ellos (los integrantes del gremio) se manejan como una gran familia a nivel mafioso. Encima él estuvo disfrutando el juicio. Es un perverso", dice.
Sin titubear, apunta a Miguel Agüero, el secretario general del Gremio de los Municipales, y le reprocha su accionar. "En lugar de recibir ayuda, recibí burlas y amenazas. En mi teléfono particular llegaron a decirle a mi hija cualquier barbaridad".

Hoy Vanesa intenta retomar una vida "normal". Ya no pertenece a la delegación puesto que "como era empleada de planta temporaria, no me renovaron el contrato. Me dejaron una nota por debajo de la puerta a principios de 2014. Así, quedé sin trabajo y sin obra social, estando enferma". A su vez, "no volví a trabajar. Necesito recuperarme. Estuve con ataques de pánico, depresión y tomando hasta 10 psicofármacos al día".
Incluso, llegó a cruzarse con el acusado. "Hace un tiempo me lo crucé. Yo estaba con mi esposo y mi hija en la vía pública. El pasó, me tocó bocina, se rió y me insultó. Fue indignante".

Consultado por Clarín, Belamendia niega todo. Dice que la noticia que repercutió en toda la ciudad lo afectó y por eso elige la cautela. Según relata, la causa "fue armada entre la madre y la chica (por Vanesa García) que pertenecían a un partido político diferente al que gobernaba Bahía". Contrario al testimonio de la supuesta víctima, Belamendia asegura que "todos los testigos del caso fueron falsos y que ninguno trabajaba en la delegación Noroeste".
De los 17 empleados de la oficina municipal, "16 fueron a declarar y todos dijeron que era mentira, incluso el delegado que la llevó a ella a trabajar allí. Incluso uno de los testigos que llevó ella le terminó diciendo en el juicio 'Vanesa por favor decí que esto fue una mentira armada por vos y tu mamá'".
El presunto agresor, señala que padeció el caso y que incluso pensó en denunciarla por daños y perjuicios "Todos me lo decían, pero yo ya tenía 3 años de sufrimiento junto con mi esposa, hijos y padres". Además, apuntó al fiscal Mauricio del Cero, quien lo sorprendió por "el ensañamiento que tenía hacia mi persona".
En retrospectiva, Belamendia recuerda: "Tuvimos una relación espectacular en el trabajo, sin faltarle el respeto a una mujer. Hace 23 años que trabajo en la Municipalidad y nunca tuve una causa. No sé por qué la denuncia fue contra mí, pero hoy no le aceptaría una disculpa y no creo que la haya".

Ajena a esto, Vanesa sigue creyendo en su lucha y desea que el ejemplo de su denuncia no sólo le sirva a otras mujeres, sino también a su hija, de 12 años. "Me gustaría creer que esto va a cambiar. Mi hija sufrió muchísimo y estuvo bajo tratamiento. Cuando arrancó tenía 8 años. Al principio le daba vergüenza, pero yo le decía que esto lo hacía para que no le pasara a otras mujeres o incluso a ella. Intenté darle el mejor ejemplo. Hoy me dice que lo entiende, que hice lo mejor. Y eso me reconforta".
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS