Sociedad Buenos modales

Les hicieron descuento en un restaurant por tener "niños educados"

"Era un espectáculo demasiado bonito ver cómo interactuaban todos entre sí en la mesa", contó Antonio Ferrari, dueño del restaurante y responsable de la rebaja. Además le llamó la atención que los niños no tenían celulares ni tablets.
Ocurrió en un restaurante de Padova (Italia), donde habían ido a cenar seis adultos y cinco niños, los cuales que se vieron totalmente sorprendidos al recibir la cuenta. ¿Les cobraron de más? No, les descotaron 13 euros por tener chicos educados.

"Cuando vienen las familias para nosotros es una prioridad contentar a los niños y servirles primero, preparando platos que no están en el menú. Porque si los hijos son tranquilos, los padres pueden disfrutar de la comida", explicó Antonio Ferrari, el dueño del lugar.

Antonio no tardó en fijarse en esta mesa en la que los niños, después de terminar los platos, sin molestar a nadie, se ponían a dibujar y colorear.

Al reparar en esta escena pensó entonces en lo que había visto en un bar en Miami, Estados Unidos, y decidió aplicarles un descuento por el comportamiento de los pequeños.

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Al llegar la hora de pagar, la cuenta incluía una rebaja de 13,05 euros por la buena educación de los niños ('sconto bimbi educati'). No tenía confianza para hacerles halagos y optó por aplicarles esta deducción. Según contaba Ferrari a 'Corriere della Sera' los adultos al darse cuenta se quedaron muy contentos "y dejaron treinta euros de propina a los camareros".

Muy sorprendido, resaltaba también el hecho de que sobre su mesa no hubiese ni tabletas ni ningún otro aparato electrónico, "solo lapiceros y folios". Le resultó un espectáculo ver la compostura de las pequeñas.

Por su experiencia Ferrari se ha encontrado con casos de familias en los que los niños se encierran en el baño y empiezan a salpicarse con agua, con el riesgo añadido de resbalarse, o niños que empiezan a correr entre las mesas. Pero en esta ocasión, ocurrió todo lo contrario.

La notable repercusión que ha tenido su iniciativa ha hecho que se plantee si repetiría el gesto ante una situación similar. Asegura que sí, y aunque advirtió al principio de que no se trata de una oferta comercial ni de una promoción, lo cierto es que estos días está aplicando un 5 por ciento de descuento a todas las mesas en las que los niños destaquen por su buen comportamiento.

A buen seguro, a partir de ahora, cada vez que lleguen niños a su local, Antonio Ferrari pensará si va a tener la suerte de ver una actitud similar a la de estos pequeños.
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