Sociedad Su conmovedora historia

Jugadora de Voley sufrió un ACV a los 19 años, se recuperó y regresó al deporte

Karen sufrió un ACV a los 19 años, pero por su tenacidad, el acompañamiento familiar y la asistencia profesional, retornó a la práctica del deporte que ama. "Es posible salir adelante", asegura. Su historia de lucha.
La joven paranaense Karen Schmutz que volvió a las canchas en tiempo récord y brindó su mensaje. Hace algo más de un año el ambiente del vóleibol entrerriano se estremecía ante una noticia inesperada: una joven de 19 años, practicante de la disciplina, había sufrido un accidente cerebro-vascular.
Mientras participaba de una misión evangelizadora en el departamento Nogoyá, Karen Schmutz padeció ese episodio y su estado llegó a ser crítico, pero a los pocos días comenzó a dar señales de mejoría. Su situación movilizó a la familia de la disciplina y se sucedieron cadenas de oración y hasta se organizó un torneo de beach volley para recaudar fondos que costeen parte del tratamiento.

Para sorpresa de muchos, la joven pidió un permiso especial a los profesionales que atendían su salud y llegó hasta el lugar del agasajo, pidiendo hacer jueguitos con una pelota. El resto del año transcurrió sin exposición pública, hasta que hace pocas semanas Karen volvió a escena.
En otro torneo de modalidad de playa, volvió a presentarse, pero esta vez para jugar. Lo hizo junto a su novio Joaquín Martinoli y su logro trascendió lo deportivo para resultar ejemplificador.
El espíritu que la moviliza
"Empecé a los 11 años en Argentino Juniors, porque me quedaba cerca de casa y mi grupo de amigas de la escuela jugaba al vóleibol. Enseguida me encantó jugar distintos torneos, ganar compañeras y jugar en equipo", comenzó a contar Karen a El Diario, al referirse a su relación con el deporte que la apasiona.
"Jugué en las selecciones entrerrianas de Sub 14 y Sub 16, y estuve en la preselección de Sub 18. Cuando alcancé la edad de Mayor, pasé a Centro Recreativo, porque Argentinos no tenía equipo en esa división", continuó, rememorando con ojos vivaces y voz ansiosa.
La emoción de volver
La mayor de los hermanos Schmutz aprovechó la realización de un torneo mixto en el complejo Playas del Thompson para concretar la anhelada vuelta a su deporte, luego de varios meses dedicados a aprender a caminar nuevamente y recuperar los reflejos necesarios para ser competitiva.
"Tenía muchísimos dudas de presentarme a jugar, aunque venía practicando de manera informal. Tomé la decisión a principios de febrero cuando mi hermana (Aldana) jugó el torneo en Cerrito, que es el más importante del país y fui a verla todo ese fin de semana", declaró, postergando la vivencia trascendental.
El proceso y las ganas
Luego sí, yendo al momento más esperado, relató lo ocurrido en las arenas del Thompson: "Fui sola a jugar, junto con mi novio, pero permanentemente les mandaba mensajes de texto a mis padres y hermana. Jugamos tres partidos y clasificamos a la Copa de Oro, así que estuvo mejor de lo que esperábamos".
"Me inscribí porque tenía muchas ganas y también porque, desde que me dieron el alta médica, mis anhelos fueron volver a jugar y a estudiar. Siempre con precaución
y consultando a los médicos", redondeó, acotando que con Joaco "nos entendimos muy bien, aceptando que esto es un proceso".
El soporte familiar
Sus padres y su hermana, lógicamente, tuvieron un rol fundamental en la recuperación de Karen, aunque el día de su regreso al vóleibol priorizaron su felicidad y esperaron con ansiedad sus comunicaciones.
"Preferimos no ir, porque consideramos que la haríamos sentirse más presionada. Aunque no la vimos, estamos felices porque disfrutó un montón", evaluó su mamá Elena.
"A ella y sus hermanos (también a Jeremías, de 9 años) los seguimos a todos lados, porque nos encanta verlos jugar", acotó su papá José.
Mientras que Aldana (de flamantes 15 años) soltó: "La vi súper contenta, sacándose las ganas de jugar que tanto acumuló".
Retomar sus estudios
Volver a jugar al vóleibol no es el único gran logro de esta luchadora. También está preparándose para retomar sus estudios en Kinesiología. Para lo primero, influyó que su hermana se consagrara campeona nacional de beach volley en los Juegos Evita del año pasado; para avanzar en la carrera cuenta con apoyo especial.
"Voy a cursar tres materias y a rendir un final de tercer año. Me estoy preparando con una psicopedagoga porque tuve que arrancar desde cero. La consagración de Aldana me motivó a probar cosas nuevas, porque jugar en la arena no es lo mismo que en piso", expresó y adelantó a que tienen planteado jugar como dupla.
Es posible salir adelante
En el cierre del encuentro, la habilidosa zurda no dudó en dirigirse a quienes atraviesan por situaciones complicadas: "Es posible salir adelante y espero que mi testimonio sirva para los demás. Hay muchos que se quedan en el camino, pero yo llegué a este estado haciendo muchísimo".
"Siempre tuve presente la voluntad de salir adelante. Me propuse metas, no grandes, sino alcanzables. La vida sigue, así que no hay que bajar los brazos", alentó.
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