En total fueron 14 los que llegaron hasta Entre Ríos, en el año 1921. Siete años más tarde, se compraron otros 8 y tuvieron como destino la ciudad de Concordia. Tenían una capacidad para 28 personas sentadas, y se los llamaba los coches de la seguridad, por su sistema de One Man, que se detenía en cualquier momento cuando el Motorman retiraba sus manos de los controles. Tenía frenos a aire y las puertas se abrían cuando estaba totalmente parado, también bajaba un estribo para poder acceder al interior.
Tuvo por muchos años un timbre eléctrico, el cual era usado por el usuario para informar su intención de descender, pero su instalación se fue deteriorando y se instaló una campana de aviso; además contaba con una máquina de control y cobro donde se depositaba el importe del pasaje. Al comienzo eran de color verde, luego en la década del 40´ pasaron a ser color crema.
El 20 de julio de 1962 realizaron su último recorrido por Paraná, y se fueron para siempre. Tras ellos, llegaron los colectivos, dando comienzo a una nueva etapa en el transporte urbano de pasajeros.
Fotos: Gentileza Juan José Battistutti - Comisión de Homenaje Permanente al Tranvía Paranaense