Mencionó, además, que la bajante extraordinaria del Paraná ocasiona “problemas sociales, porque los pescadores artesanales se ven afectados y esto genera tensión, e inconvenientes en la fauna ictícola”. Fuks reiteró que, en el marco de la emergencia hídrica, el Estado nacional dispuso “mil millones de pesos para obras vinculadas a la bajante, como la posibilidad de hacer obras en las tomas de agua”.
“Y con las Protecciones Civiles provinciales trabajamos en la respuesta rápida porque la previsión es que en octubre podamos tener una situación mayor de emergencia, lo que determinará la necesidad de asistir a poblados más pequeños e implicará la elaboración de un mapa de riesgo para determinar a quiénes asistir”.
“A esto se suma la recurrencia de los incendios forestales; la mano del hombre que busca ampliar la frontera agropecuaria y las condiciones objetivas de la bajante es un panorama de emergencia”, agregó Fuks.
