La noticia “nos sorprende fuertemente y, casi como un reflejo, nos enciende los recuerdos de sus años en el Instituto… nos lleva a desandar sus pasos y a mirar con admiración el sentido de humanidad que le imprimió a cada acto de su vida en nuestro organismo”.
“La generosidad y sensibilidad de Aldo marcaron su paso por IAFAS. Quienes lo conocieron con proximidad pudieron valorar su profesionalismo y dedicación en lo laboral y, fundamentalmente, pudieron descubrir su noble corazón”, remarcaron en un comunicado.
“Que estas palabras lleguen a su esposa, Laura; a sus tres hijos; a su madre; sus hermanos y demás familiares, es el deseo de IAFAS. Para él, todo nuestro afecto… descansá en paz, Aldo”, finalizaron.