Esta semana el ministro de Hacienda debió ir al Congreso a llevar el proyecto de ley a la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Pública, pero el encuentro no pudo realizarse ante la la falta de consenso entre el oficialismo y la oposición.
El Gobierno busca que el Congreso apruebe por ley y amplio margen esa refinanciación, porque sería una buena señal de confianza a los mercados, que ayude a calmar la volatilidad financiera.
Si bien el diálogo entre el Gobierno y la oposición continúa, las fuentes del oficialismo afirman que "se agotarán todas las instancias de negociación", hasta decidir avanzar con un decreto de necesidad y urgencia.
Los voceros dejaron trascender que la propia oposición fue la que aconsejó al Gobierno elegir el camino del decreto pero en el ministerio de Hacienda consideran que podría ser impugnado judicialmente e insisten en que la refinanciación se haga a través de una ley.
En la oposición consideran que el decreto podría evaluarse en el Congreso luego de las elecciones del 27 de octubre y que, ante un eventual triunfo de Alberto Fernández, podría ser el presidente electo quien junto a los legisladores pueda imponer las nuevas fechas de vencimiento de mediano y largo plazo de la deuda.
En el oficialismo se cree que las negociaciones van a llegar a buen puerto y confían en que una vez que regrese Alberto Fernández de España el presidente puede intentar consensuar un proyecto.
NA
