Las medidas de fuerza de estos sectores gremiales son un claro desafío a la conducción de la CGT, a la que buscan meter presión para que también convoque a un paro general. "Los dirigentes gremiales son puestos para defender los intereses de los trabajadores y estos señores (quienes conducen la CGT) ven que despiden y rebajan salarios y no reaccionan", lanzó Moyano.
Enfrentado con la conducción de la Confederación General del Trabajo, Moyano insistió que "si esta CGT hubiera estado en la época de los militares, todavía estarían gobernando los milicos. Tienen miedo, están cómodos. Después se hacen los violentos".