El reclamo tuvo lugar durante la cumbre del W20 (Women 20, grupo de afinidad al G20) en la ciudad de Buenos Aires, donde más de 800 delegadas de todo el mundo dieron cierre a un año de trabajos y debates, centrados en cuatro ejes: inclusión laboral, financiera, digital y desarrollo de la mujer rural.
"Sin una mayor atención del poder público y de la sociedad civil ante la situación de vulnerabilidad que padecen las mujeres rurales, se ahondarán brechas que acarrearán dolorosas consecuencias sociales", dijo durante su exposición Edith Obschatko, especialista en Políticas del IICA.
En su participación en la reunión del grupo de afinidad del G20, el organismo interamericano especializado en desarrollo rural convocó a una coalición de la sociedad civil, la dirigencia política y los medios de comunicación para mejorar la situación de las mujeres que viven en el campo.
Según datos del organismo, las mujeres rurales enfrentan un nulo o insuficiente acceso a la propiedad de tierra, a recursos productivos, financiamiento, conectividad, agua potable, educación, salud y justicia, en comparación con los hombres que viven en el campo y con las mujeres urbanas.
"Reducir esas brechas compete no sólo a los gobiernos sino también a un compromiso de la sociedad civil sobre esta problemática", afirmó Obschatko.
También marcó que las cuestiones de género "deben ser prioridad y atravesar todas las áreas" e instó tanto a "considerar la trascendental importancia de las mujeres y niñas rurales" como a estimular la participación política de las mujeres rurales para hacer más visibles sus problemáticas.
Todos estos planteos fueron presentados por el grupo al presidente Mauricio Macri en un documento con recomendaciones para ser elevadas a los gobernantes del G20.
