Política En Hurlingham, desafió a Randazzo

Cristina de campaña: "No me interesa tocar timbres sino iluminar cabezas"

"Necesitamos convencer a cada uno de los que no están convencidos. No para tocar el timbre sino tocarle despacio la cabeza, ponerle una mano. No me interesa tocar timbres sino iluminar y tocar cabezas", recalcó la candidata a senadora.
La candidata a senadora nacional Cristina Kirchner hizo pie hoy en Hurlingham, donde se mostró en un acto con el intendente "Juanchi" Zavaleta, quien redireccionó su apoyo hacia Unidad Ciudadana luego de respaldar hasta las PASO a Florencio Randazzo, y sostuvo que no tiene interés en "tocar timbres" sino en "tocar e iluminar cabezas".
En su persistente afán por captar la mayor cantidad posible de votos de extracción peronista que el 13 de agosto se volcaron por otras boletas de la oposición, la expresidenta comenzó su discurso en el Centro Cultural Leopoldo Marechal agradeciendo la decisión de Zabaleta, que tildó de "ejemplar".

"En nombre de Unidad Ciudadana (UC), quiero agradecerte la actitud de un compañero que hoy está junto a nosotros. No significa ni arrepentirse de donde estuvo ni nada. Significa en política que los que han obtenido la voluntad popular son reconocidos y, sobre todo, porque es necesario canalizar en un espacio político como es UC el lugar para poner un limite a este ajuste", reflexionó.
Si bien faltan menos de diez días para los comicios y por ende hay escaso margen para nuevos realineamientos, Cristina Kirchner insistió en exhibir a Hurlingham como un "lugar emblemático y ejemplar de cómo tenemos que hacer las cosas los que creemos en la unidad del campo nacional y popular".
En cambio, apuntó contra "algunos dirigentes opositores que ponen más énfasis en criticar" al kirchnerismo que "en denunciar" las dificultades que está atravesando "el pueblo argentino" bajo el Gobierno de Mauricio Macri.

En este marco, pidió un último esfuerzo a la militancia para "convencer a cada uno de los que no están convencidos", pero aclaró -en una chicana al oficialismo- que a ella no alienta el método de "timbreo" y que es proclive a la persuasión con argumentos.
"Necesitamos convencer a cada uno de los que no están convencidos. No para tocar el timbre sino tocarle despacio la cabeza, ponerle una mano. No me interesa tocar timbres sino iluminar y tocar cabezas", recalcó.
Hacia el final de su mensaje, identificó los dos sectores ideológicos a los cuales va a apuntar para engrosar su caudal electoral: el peronismo y los sectores de izquierda.
"A vos, aquel que me esté mirando y escuchando, que es un compañero de nuestro espacio político, del peronismo, que tal vez tenga desacuerdos o diferencias. ¿Cuán grandes pueden ser las diferencias entre nosotros frente a una política neoliberal, frente a la persecución, frente a la judicialización de la política? ¿Cuán grandes pueden ser las diferencias frente al drama que esta viviendo la sociedad y frente a lo que sabemos que se viene?", exhortó.

Y extendió la pregunta a aquellos que "recelan" del peronismo y que desde "posturas más fuertes" de izquierda votan propuestas que "no le mueven el amperímetro al poder".
"Lo que moviliza y preocupa al poder es cuando un pueblo se organiza en una fuerza política con dirigentes que no traicionan y que los llevan a la victoria. De eso se trata este 22 de octubre, de llevar al pueblo a la victoria", proclamó.
"Por eso los convocamos este 22 de octubre a todos y todas, a peronistas, a socialistas, a los que son de la izquierda, a los que son nacionalistas, a los radicales, a los que piensan que entregar el país no puede pasarnos otra vez como ya nos ha pasado", completó Cristina, que invitó a las "familias" a asistir al acto de cierre de su campaña, el próximo lunes a partir de las 14:00 en el estadio de Racing, en Avellaneda.Un rato antes, la expresidenta había advertido sobre la creciente importación de petróleo y cuestionado las razones alegadas por el Gobierno para dar luz verde a las alzas en las tarifas de los servicios de gas y electricidad.
"Estoy indignada con este tema del petróleo porque me tuve que bancar callada durante meses que este tipo (en aparente alusión al presidente Mauricio Macri) dijera que no teníamos energía, que era todo un desastre, que había que recuperar la soberanía hidrocarburífera. Y resulta ser que cuando vemos los datos del propio Ministerio están importando más petroleo en estos 18 meses que en los ocho años que me tocó ser Presidenta", denunció, tras lo cual volvió a alertar sobre el endeudamiento externo.

En este sentido, llamó "saqueadores" a los funcionarios del Gobierno, y al respecto dijo que están "hipotecando el futuro del país" y "ahogando las posibilidades de crecimiento y desarrollo".
"Están sometiendo al pueblo, a la sociedad, a una inflación en de alimentos que no se tolera, a tarifas que son expoliadoras del bolsillo de los argentinos", sentenció.
En otro embate hacia Cambiemos, la exjefa de Estado presentó el "decálogo de la mentira macrista" que incluye una lista de "eufemismos" con los que, a su entender, el Gobierno "maquilló" una serie de medidas impopulares.

"Nos hablaron de sinceramiento de precios. Es la inflación más alta de la que se tenga memoria en alimentos, bebidas, ropa, medicamentos. Tipo de cambio atrasado: megadevalaución. Seguridad jurídica: regulación a favor de las empresas y no de los trabajadores. Ahora van a venir a hablar de pacto social: eliminación de las paritarias y clausulas gatillo", enumeró.
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