Política Con prisión domiciliaria

Milagro Sala habló desde su casa: "¿Qué están haciendo conmigo?", dijo

"Nos tratan como los peores delincuentes, como narcotraficantes, como apretadores y no somos eso. Somos trabajadores, gente de militancia que respeta a los pueblos originarios", dijo la líder la organización Tupac Amaru.
La líder la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, quien cumple la prisión domiciliaria dictada por la justicia en su vivienda de El Carmen, Jujuy, se quejó por las condiciones de seguridad y la vigilancia que tiene por parte de la Gendarmería. "En total hay 11 cámaras y tengo dos gendarmes en cada esquina", se quejó.
"¿Qué están haciendo conmigo, quieren que reviente?", cuestionó Sala en declaraciones al programa "Secreto de sumario", que se emite por Radio 10.

"Lo que están haciendo es una violación a mis derechos", enfatizó la dirigente social al tiempo que agregó: "Nos tratan como los peores delincuentes, como narcotraficantes, como apretadores y no somos eso. Somos trabajadores, gente de militancia que respeta a los pueblos originarios. Trabajamos en las villas donde hemos inculcado que tienen que estudiar".
Cabe recordar que Sala está detenida desde enero de 2016, por causas en las que se la acusa de asociación ilícita, fraude, extorsión y amenazas en grado de tentativa, entre otros cargos. Y que estuvo detenida en la cárcel jujeña de Alto Comedero hasta el último jueves, cuando fue trasladada para cumplir su prisión preventiva en el domicilio de El Carmen, a unos 30 kilómetros de la capital jujeña.

Asimismo, sostuvo que está "un poco mareada y shockeada", y que cuando la trasladaron a su casa, lo que más le asombró fue la cantidad de cámaras que hay alrededor de la vivienda para vigilarla. "Está la Gendarmería supuestamente cuidándome y la Caballería de la policía de la provincia", explicó la dirigente social.
Sin embargo, destacó que "hoy puedo hablar por teléfono, que no es lo mismo que estar en la cárcel" y agregó que "es un poco más pasable estar en la casa pero aun así, no podés hacer nada".
"La familia y los seres queridos es lo que más se valora. Jugar con mis nietos. Para mí fue un relajamiento aunque que te digo que el primer día lloré, lloré y lloré", afirmó.

Consultada sobre sus sentimientos respecto a su situación judicial remarcó: "Te lo digo desde el fondo de mi corazón Coya, no sé tener odio. Lo que sí tengo es mucho dolor".
En tanto, dijo que está escribiendo un libro que comenzó como una forma de "tratar de pasar los días en el penal" de Alto Comedero. "No tener odio, no tener rencor, eso nos enseñaron los pueblos originarios", insistió aunque aclaró: "Si tengo mucho dolor por el ensañamiento que tienen hacia la militancia".

"La prensa no cuenta todo. Lo que está pasando con el compañero (Santiago) Maldonado que hoy no aparece. Uno tiene el temor de perder la democracia", consideró. Asimismo, cuestionó que los medios no cuenta "cómo roba (Mauricio) Macri o (el gobernador Gerardo) Morales, a dos manos, y no están presos como estoy presa yo".
"Duele tanta injusticia que está viviendo la Argentina", concluyó Sala.
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