
La hermana de Aldana y tía de las víctimas, Dylan y Sofía, fue quien descubrió días atrás la macabra escena al presentarse en la casa de la acusada, en el barrio Santa Rosa, preocupada porque ella no le contestaba el teléfono y había bloqueado a toda su familia en las redes sociales.
Tras salir a la luz el doble filicidio, los investigadores pusieron el foco sobre la salud mental de la madre, que intentó quitarse la vida después de matar a sus hijos y por eso fue trasladada hospital Fernando Irastorza, donde quedó internada pero fuera de peligro.

A su vez, el hecho de que hubiera cortado la comunicación con su familia en las horas previas al hecho, para los investigadores podría ser indicio de una premeditación por parte de la madre para cometer los crímenes. En la misma línea, destacaron que no mostró culpa ni ningún otro sentimiento cuando los uniformados se presentaron en su casa.
