Policiales Juicio abreviado por asesinato

Suspenden audiencia porque la acusada se descompensó tras ingerir psicofármacos

La mujer, que goza de prisión domiciliaria, iba a acordar una condena de 13 años, por asesinar a golpes con un hierro a Enrique Atencio para robarle una garrafa. Se descompensó en la audiencia tras ingerir pastillas de psicofármacos.
Suspenden audiencia porque la acusada se descompensó.
Foto: Suspenden audiencia porque la acusada se descompensó.
Crédito: (Códigos)
Una mujer acusada de matar a golpes con un hierro a un hombre para robarle una garrafa en Paraná, había firmado un acuerdo de juicio abreviado, pero llegó a la audiencia en un complicado estado de salud por efectos de alguna sustancia psicoactiva. La instancia se suspendió, sin una nueva audiencia a la vista para resolver el homicidio ocurrido en Paraná.
Por el asesinato de Enrique Pablo Atencio, ocurrido en agosto del año pasado, debajo del “puente blanco” de Paraná, fue detenida Andrea Lacombe Fischer por matar al hombre para robarle una garrafa, que iba a vender o cambiar por droga.
Desde que fue arrestada, recibió asistencia de equipos de profesionales de salud pública, mejoró y pudo llegar a un acuerdo con la Fiscalía para cumplir 13 años de prisión. Pero ayer todo se desmoronó: llegó en muy mal estado a la audiencia donde se iba a presentar el acuerdo ante un tribunal, rechazó la condena, se desdijo y se suspendió la instancia clave. Ahora habrá que ver si se mantiene el acuerdo o si se reformula para una próxima instancia.
Suspensión y asistencia
La audiencia comenzaba ayer a las 9. Lacombe Fischer, de 28 años, llegó con dificultades para caminar. Se sentó en el asiento de acusados, junto a quien hasta ese momento era su abogado defensor, Franco Azziani Cánepa. En frente lo hizo el fiscal Juan Malvasio. El juez del Tribunal, Alejandro Cánepa le dio la palabra al acusador público quien pidió la condena de 13 años de prisión para la joven. El defensor adhirió, tal como se había planteado en el acuerdo.
Sin embargo, al interrogar el magistrado a la acusada acerca de si confesaba haber cometido el delito de homicidio simple en ocasión de robo y si consentía la pena mencionada, la mujer dijo que no, luego que sí, pero más allá de lo que decía su situación no podía ser validada por el notorio estado de obnubilación en que se encontraba. No podían ser tomadas sus palabras como directa expresión de su voluntad. La joven se descompensó y debió recibir asistencia por parte del Cuerpo Médico Forense.
Por lo tanto, la audiencia se suspendió.
Renuncia del abogado
Unas horas después, el defensor Azziani Cánepa presentó su renuncia como representante de Lacombe Fischer. La mujer tendrá, en principio, un defensor o defensora oficial, salvo que elija otro abogado particular para un nuevo diálogo con el fiscal Malvasio en el cual se podría mantener o modificar el acuerdo que ya habían rubricado.

Se informó que el acuerdo se había firmado hace dos meses aproximadamente en la oficina del fiscal. Lacombe Fischer llegó a la instancia de ayer con prisión preventiva domiciliaria y venía recibiendo asistencia médica y psicológica, con traslados periódicos al Hospital Escuela Salud Mental y había mostrado una mejora. A este tratamiento lo había comenzado luego de ser detenida e interrogada en la indagatoria, donde no sólo se evidenció, sino que ella misma dijo padecer una grave adicción a drogas, publicó Uno.
Quince golpes en la cabeza
El homicidio de Atencio ocurrió a las 21 del martes 2 de agosto del año pasado, en calle Ameghino 220. Este domicilio es, en realidad, la vivienda que el hombre armó en uno de los arcos del puente blanco que une la zona de San Agustín con el centro de la ciudad, y donde vivió los últimos 20 de sus 75 años. Esa noche lo mataron a golpes en la cabeza y le robaron algunas de sus pertenencias.
El ladrido de los perros alertó a los vecinos. Uno hombre se asomó y encontró a Atencio tirado en el suelo, ensangrentado. Llamó a la Policía, el personal de la comisaría quinta llegó y constató que se trataba de la escena de un crimen. La División Homicidios encontró testimonios y pruebas que fueron orientando la investigación instruida por Malvasio hacia la principal sospechosa.

La autopsia había arrojado que a la víctima la asesinaron con al menos 15 golpes en la cabeza.
En la mañana siguiente se allanó el domicilio de Lacombe Fischer, una precaria casilla de maderas y chapas entre basura en Ameghino y Mosconi, del barrio San Martín.
Entre las pruebas que comprometen a la joven está el “botín” que se apoderó aquella noche: la garrafa sustraída a la víctima. Se pudo llegar a ese elemento a través de testimonios y cámaras de seguridad de la zona. Se pudo establecer el recorrido desde el lugar donde residía Antencio, bajando por las escaleras al costado del arroyo Antoñico hacia calle Cuba, donde le pidió ayuda a un hombre para cargar la garrafa, y luego se habría subido a un remís que la llevó hasta el barrio San Martín, donde ella vive.

En el barrio, los investigadores entrevistaron a todos los vecinos. Algunos vieron llegar a la mujer con la garrafa y pudieron localizar al hombre que se la compró, un testigo crucial del caso.
Las evidencias fueron suficientes para que la mujer confiese y firme el abreviado, a fine del año pasado. Ahora, quedó todo nuevamente en suspenso.
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