Policiales Rosario

Agoniza un joven policía acribillado a balazos desde un auto

El suboficial Gabriel Sanabria fue alcanzado por una descarga de balazos cuando, en avenida Arijón al 400 de la ciudad de Rosario, intentó identificar a los ocupantes de un auto robado. Pelea por su vida atado a un respirador artificial.
El suboficial Gabriel Alejandro Sanabria, de 26 años, fue herido de gravedad cuando intentó identificar a los cinco ocupantes de un auto que tenía pedido de captura por haber sido robado. Fue en esas circunstancias que sobre él cayó una lluvia de disparos desde el interior del vehículo en Arijón al 400, en la ciudad de Rosario. Los proyectiles le afectaron arterias, la vena cava, los intestinos y una vértebra por lo que tuvo que ser sometido a una cirugía de más de cinco horas. Anoche, en la sala de terapia intensiva del Hospital de Emergencias, el suboficial oriundo de la ciudad de San Javier y afectado a la Policía Motorizada, daba pelea atado a un respirador artificial. En tanto, como desenlace del trágico episodio, cuatro personas fueron detenidas como autores del ataque. Dos de los apresados tienen 16 y 17 años por lo que quedaron a disposición de la Justicia de Menores en turno, mientras que los mayores están bajo la tutela de la fiscal de la Unidad de Homicidios Gisella Paolicelli, quien al cierre de esta nota valoraba el temperamento judicial a los que los sometería.

Según describe el diario La Capital, “el ataque a balazos que este viernes dejó al borde de la muerte al suboficial Sanabria es una foto de las calles de una ciudad que se acostumbró a sobrevivir en medio de la violencia callejera”.

El joven agente y su compañero de binomio habían terminado sus funciones en un operativo policial de rutina cuando, mientras regresaban hacia la Jefatura desde lo más profundo de barrio Saladillo, se toparon con un Peugeot 206 blanco que les pareció sospechoso a la altura de avenida Arijón y San Martín. En su interior se veían cinco personas y lo primero que hicieron fue transmitir por radio la patente del auto (FOJ451) para saber su estado de dominio. Desde la central operativo de la línea les informaron que tenía pedido de captura por haber sido robado el 24 de abril pasado en Centenario y Andes, en inmediaciones del Parque Regional Sur.

Así las cosas cuando el Peugeot circulaba por Arijón al 400, Sanabria adelantó su moto número 8587 y se puso a la par del auto haciendo señas al conductor para que detuviera y proceder a la identificación de quienes iban en el vehículo. Pero en una fracción de segundos, desde las ventanillas del Peugeot comenzaron a disparar contra la humanidad del policía. Eran las 2.22 de la mañana cuando Sanabria fue alcanzado por entre 8 y 10 proyectiles que perforaron su cuerpo, salvo donde llevaba puesto el chaleco antibalas. El policía rodó con la moto mientras el auto escapaba de la escena.

El policía que acompañaba a Sanabria en la otra moto dio el alerta por radio y se montó un operativo cerrojo que puso a varios patrulleros tras la búsqueda del Peugeot 206, abandonado y sin ocupantes en Ayacucho y Hungría, a 12 cuadras al sureste de donde todo ocurrió y a metros del puente que cruza el arroyo Saladillo. En el interior del vehículo había 14 vainas servidas y los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) levantaron en el lugar del hecho otras 17. Varias de esas balas habían perforado los frentes de al menos cinco casas de la cuadra donde fue el despiadado ataque. Toda la secuencia de la persecución y fuga de los pistoleros que atacaron a Sanabria habría sido tomada por al menos tres cámaras de videovigilancia públicas, entre ellas una del sistema 911 que está en la esquina de Arijón y Salvat.
Según la versión oficial, los efectivos policiales que llegaron al lugar donde apareció abandonado el auto de los tiratiros vieron sobre los techos de la barriada a varias personas en actitud de fuga. Así fueron detenidos Lucas Javier R., 17 años, y Emanuel Hugo G., de 16, quien estaba en el interior de una casa. En esa vivienda encontraron el “descarte” de una mochila gris que contenía una pistola ametralladora PAM 3 (hecha en la Fábrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu en las décadas de 50 y 60 del siglo pasado) con un cargador con 17 proyectiles; un arma casera similar a una ametralladora con silenciador; y dos pistolas calibre 9 milímetros marca Taurus con su numeración visible. Una de ellas tenía 11 proyectiles en su cargador y una bala en la recámara y tenía pedido de secuestro por haber sido robada a un agente policial el 18 de abril pasado en la ciudad de Coronda. La otra tenía 19 municiones en su cargador. Entonces se procedió a la detención de Mariana Soledad M., de 41 años; y Brian Nahuel B., de 30, quienes estaban en la propiedad.

Desde el área de prensa de la Fiscalía Regional de la 2ª Circunscripción se informó que Mariana Soledad M. será llevada a audiencia imputativa en las próximas horas por la fiscal Paolicelli por el delito de encubrimiento. Mientras que Brian Nahuel B. también será acusado en las próximas horas aunque no se aclaró que delito se le imputará. Un tercer hombre mayor de edad, identificado como J.G., quedó en libertad ya que no se hallaron elementos que lo vinculen al hecho puesto bajo la lupa. Por su parte, los jóvenes de 16 y 17 años quedaron bajo la tutela del Juzgado de Menores número 1.

Sobre Sanabria
Para las 3.40 de ayer, cuando terminó el operativo de búsqueda y detenciones, el suboficial Sanabria ya había ingresado en una ambulancia al Heca derivado desde el Hospital Roque Sáenz Peña. Lo trasladaron directamente al quirófano donde lo operaron hasta alrededor de las 9.20 de la mañana. Cuando terminó la cirugía, en la sala de espera del Heca, ya se amontonaban familiares de Sanabria que habían viajado desde San Javier, a unos 300 kilómetros de Rosario.

Sanabria tiene alrededor de 7 años de antigüedad en la fuerza, es fanático de Colón de Santa Fe y tenía apenas 20 años cuando ingresó en la policía provincial. Su destino siempre fue en reparticiones policiales de Rosario, primero en comisarías y en la Agrupación Cuerpos como el Comando Radioeléctrico y la Brigada de Control Urbano hasta su destino en la Motorizada.

La sala de espera del Heca se transformó en un lugar de tránsito en el que cada uno de los compañeros de Sanabria y distintos funcionarios policiales y de seguridad desfilaron tratando de contener a la familia del suboficial. “Es una acción cobarde, demencial y que merece que sus autores se pudran en la cárcel”, dijo el ministro de Seguridad provincial, Jorge Lagna.

Por el hospital también desfilaron la jefa de policía de provincia, Emilce Chimenti; la jefa de la Unidad Regional II, Margarita Romero; y el jefe de la Policía Motorizada, Héctor Saucedo. “El problema no fue el chaleco antibalas sino la posición de tiro. Cuando él se acerca al auto, le tiran casi en movimiento y su costado queda desprotegido. Los médicos están haciendo lo imposible para salvarle la vida. Su estado es crítico porque fue un ataque cobarde. Sin mediar palabras lo balearon con una ráfaga de 10 o 15 tiros que dieron en el costado de su cuerpo y en la zona del abdomen afectando órganos que quedaron comprometidos. Es un hecho propio de animales”, agregó Lagna, quien aventuró que “los atacantes serían de una banda importante de la zona sur”. En ese sentido, una de las hipótesis de los investigadores es que varios de los detenidos tendrían algún tipo de vínculos con Los Monos.

Al respecto, fuentes consultadas por el diario La Capital definieron la zona en la que sucedió el ataque “como patrimonio de Los Monos” y recordaron que está dentro del perímetro puesto bajo fuego entre las bandas de Los Funes, de René “El brujo” Ungaro, de “Pocha” Sánchez y los hermanos César. “Todo hace pensar de que iban a meter una cagada importante. Cinco tipos en un auto robado, con dos metras y dos pistolas 9 milímetros buenas. Iban a meter balas y se toparon con los pibes de la Motorizada. La gente tiene que saber que este pibe que está en manos de Dios cobraba 80 lucas”, explicó el vocero.

El último parte médico indicó textualmente que Sanabria “se recupera del shock hipovolémico sufrido por la pérdida de sangre causada por las múltiples heridas. Le disminuyeron la medicación para el corazón volviendo a funcionar normalmente. Con respecto a la cirugía realizada evoluciona favorablemente. Seguirá en coma farmacológico y con respiración mecánica asistida. Continúa en estado grave”. El próximo parte médico se dará a las 11 de la mañana de este sábado y sólo para familiares. “Su evolución depende de varios factores. El pronóstico es de minuto a minuto”, sentenció al cierre el director del Heca, Jorge Bittar.
Fuente: La Capital
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