El hecho se registró alrededor de las 21.20 horas del sábado, cuando personal de la comisaría Octava de Paraná fue comisionado por la Sala 911 a calles Dugratty y Mantegazza, en el corazón del barrio Ciudad Perdida, debido a que llamados telefónicos daban cuenta de hechos de violencia y que un hombre estaba golpeando a su concubina. Vecinos informaban, a su vez, que la mujer había logrado huir con ayuda de familiares y aguardaba la presencia policial en las afueras del asentamiento.
Al llegar al lugar, los efectivos policiales entrevistaron a la víctima, una chica de 21 años, quien tenía visibles lesiones en su rostro. Explicó que era consecuencia de los golpes efectuados por su pareja. Tenía excoriaciones y cortes en la boca, en las mejillas y en la frente.
La joven declaró a los policías que el agresor, en horas de la tarde del sábado, había llegado en aparente estado de ebriedad y empezaron discusiones verbales en su casa. Luego, de la violencia verbal el sujeto pasó a la violencia física. La mujer, luego de recibir una brutal paliza, pudo salir de su casa, pero quedó en el lugar su hijo de tres años.
Ante tal novedad, los efectivos ingresaron en forma peatonal al barrio y al arribar a la finca en cuestión, fueron atendidos por el hombre, a quien demoraron en el acto. En tanto, el niño quedó a resguardo de familiares.
La Fiscalía de Violencia de Género dispuso el traslado del violento a la Alcaidía de Tribunales por el delito de Lesiones en flagrancia agravadas.
