Policiales Lo asesinó de 40 puñaladas

Argentino acusado de matar a un joven en Madrid fue capturado en Tucumán

Julián Ovejero fue arrestado por la división Interpol de la PFA en el barrio La Bombilla. Era buscado por la Justicia española, acusado del brutal asesinato de Najuzaith Zahell Díaz, un ingeniero informático y artista de 34 años.
Julián Ovejero, un joven de 24 años, volvió a su barrio con un secreto brutal en su consciencia. Había regresado al asentamiento La Bombilla en la periferia de San Miguel de Tucumán tras vivir un tiempo en España. Regresó a una vieja propiedad de su familia y formó una nueva pareja. Pero en la noche del jueves, cayó.

Poco después de las 19 horas del jueves, la división Interpol de la Policía Federal lo arrestó tras dos meses de investigación. La Justicia española lo buscaba por uno de los crímenes más feroces de la historia ibérica reciente, el asesinato de Najuzaith Zahell Díaz, un ingeniero informático y artista portorriqueño de 34 años asesinado en febrero de 2018 en su departamento de la zona madrileña de Carabanchel, un crimen hasta hoy irresuelto.

Un amigo de Najuzaith llegó a su casa tras días de no poder encontrarlo. Un cerrajero tuvo que abrir la puerta. Así, encontró el cuerpo, boca abajo en su cama. La autopsia posterior reveló que fue degollado, con 40 puñaladas en todo su cuerpo. La hipótesis histórica del caso fue que Najuzaith había conocido a su asesino en la aplicación de citas Grindr. En ese encuentro, el sospechoso lo mató. La Policía Nacional identificó a Ovejero gracias a una pericia de ADN y a cámaras de seguridad de la zona del hecho.
La división local de Interpol comenzó a intercambiar información con la Unidad de Fugitivos de la Policía Nacional española. Así, descubrieron que Ovejero había ingresado al país a través de Bolivia, de forma clandestina. Ya en Argentina, había cubierto sus rastros relativamente bien a pesar de la circular roja que pesaba sobre su cabeza. Con 26 años, no tenía un empleo en blanco, pedidos para planes sociales, deudas bancarias o de tarjetas de crédito, ningún alta visible en el sistema que pudiera delatar su presencia. Sin embargo, no cambió su aspecto. Los policías que lo arrestaron lo notaron casi idéntico a su foto en ficha policial, solo que un poco mayor. Su nueva pareja, que según investigadores no tiene ningún vínculo con el hecho, fue la pista que llevó a su captura.

En el proceso intervino el Juzgado Federal N°2 de Tucumán con el magistrado Fernando Poviña y la secretaria Karina Salas. Así, podrá comenzar el proceso de extradición de Ovejero, el único sospechoso de un crimen emblemático para la comunidad LGBTQ española. “El asesinato de Grindr”, llamaron los diarios ibéricos al caso del informático portorriqueño, recordado hasta hoy por su mecánica y su particular saña hacia la víctima.
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