Policiales Tandil

Joven desaparecida fue encontrada en avión: el pasaje fue comprado desde México

Una joven fue encontrada anoche por la Policía en el aeropuerto de Ezeiza 48 horas después de la denuncia de su familia. Investigan un posible caso de trata y se supo que el pasaje fue comprado desde México con una tarjeta de crédito.
Ayer por la noche, Anabela P., de 26 años, oriunda de Tandil, esperaba entre los estrictos controles del aeropuerto de Ezeiza para abordar el vuelo AM029 de Aeroméxico con destino a la ciudad de México, que sobrevivió a los recortes aéreos del Gobierno. Su pasaje original, comprado semanas atrás, tenía fecha para el 1° de agosto. En los últimos días, a pesar de las chances en su contra dadas las regulaciones, había logrado cambiarlo para partir el lunes a las 23:45. Sin embargo, el vuelo despegó sin ella. Una brigada de la división Trata de Personas de la Policía Federal llegó a Ezeiza para interceptarla. Su madre había denunciado su desaparición 48 horas antes: se sospechaba que, por ejemplo, Anabela podría haber sido captada o engañada por una red de trata, la hipótesis más grave de todas.

Así, con una causa a cargo de la Justicia federal de Tandil, con el juez Gabriel di Giulio, el fiscal Santiago Eyherabide, más la colaboración de la PROTEX, el ala de la Procuración que investiga, precisamente, trata de personas, la buscaron. Un cruce de Interpol reveló su nuevo pasaje. En Ezeiza, la encontraron. Anabela declaró allí durante horas ante especialistas del Programa de Rescate de Víctimas, un testimonio que se extendió más allá de la madrugada. Se mostró dispuesta, pero firme en una decisión: no volverá a Tandil, no quiere.

Mientras tanto, la causa en la Justicia federal continúa con un dato clave: su pasaje, confirman altas fuentes del caso, fue comprado desde México con una tarjeta de crédito. Quién lo compró definirá qué hay detrás de la salida de la joven de Tandil.

Por otra parte, Anabela no se fue de Tandil sin avisar: dejó una larga carta dirigida a su madre. Infobae accedió a parte de sus contenidos, que hablan de un conflicto entre ambas, así como de un factor inesperado.

En la carta, aseguraban fuentes del caso, Anabela afirmaba que se iría del país, que ya volvería a contactar a su familia, que no la buscaran. Su relación con su madre se había vuelto algo tensa en los últimos meses. Ambas, según investigadores, compartían un espacio común: una serie de estudios esotéricos, con una posible participación en un grupo local.

“Algo de la ‘vibración cósmica’”, refiere una fuente. La joven, por otra parte, enfrentaba problemas psicológicos. Otros familiares declararon. Por sus redes, por lo que publicaba, parecía evidente que su destino era México.

La situación se aceleró en los últimos días. Anabela cortó todo contacto, cerró sus redes y se fue.
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