Policiales Estaba prófugo desde el año pasado

Capturaron en Santa Fe a un hombre condenado por cuantiosos robos en Paraná

José Antonio Benítez, había sido condenado en un juicio abreviado donde confesó los robos, pero luego no se presentó a cumplir la sentencia. La Policía santafesina lo localizó en un auto de alta gama.
Uno de los ejecutores de cuantiosos robos a empresas y viviendas cometidos en Paraná en 2019, se encontraba prófugo de la Justicia luego de ser condenado a fines de 2020 a tres años de prisión efectiva. Al atardecer del lunes, José Antonio Benítez fue localizado en Santa Fe, a bordo de un auto de alta gama, cuando la Policía local lo venía siguiendo.

Benítez integraba una banda junto a paranaenses y santafesinos que desplegaban una importante logística para cometer robos: tenían desde quienes aportaban los datos sobre los lugares donde se almacenaba mucho dinero, hasta un instalador de alarmas que sabía cómo desactivarlas. Cayeron tras una investigación de la División Robos y Hurtos, y luego de que Benítez y otro ladrón fueron atrapados en el patio de una casa donde entraron a robar.

A fines del año pasado, Benítez acordó cumplir tres años de prisión efectiva en un juicio abreviado. Pero mientras esperaba la sentencia en libertad se fue de la ciudad y no se presentó para ingresar a la Unidad Penal. Por esto, la Justicia lo declaró en rebeldía y libró el pedido de captura.

Los policías de Paraná no lograban ubicarlo pero recibieron la información de que podría estar del otro lado del río. Por esto, se pidió la colaboración a la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe, y el área de Homicidios comenzó la búsqueda.

Pudieron averiguar que Benítez, de 30 años, se encontraba viviendo en una casa de calle Entre Ríos 4450 de Santa Fe. Asimismo, recibieron datos sobre sus movimientos y del vehículo en el cual se movilizaba.

De este modo, con información precisa, los investigadores lo ubicaron en calle Presidente Perón y Bulevar Pellegrini. Benítez iba a bordo de un automóvil VolksWagen Vento, color blanco con vidrios polarizados. Lo siguieron y cuando frenó en el semáforo de Perón y Fray Cayetano Rodríguez, bloquearon su paso y lo abordaron. El hombre se vio acorralado, dio su verdadera identidad y dijo que comprendía de qué se trataba el procedimiento.

Mientras se realizaba el trámite para trasladar a Benítez a Paraná, la fiscal María Laura Urquiza dispuso que se forme una causa por violación a las restricciones de circulación por la pandemia y que se secuestre el auto.

La última causa por la cual fue condenado en Paraná, se trataba de una asociación ilícita integrada por Alberto López (jefe de la banda, quien se encargaba de organizar, planear e intervenir al momento de la ejecución de los hechos); Raúl Vicente Alfonzo (encargado de reclutar dateros con información suficiente y precisa de los objetivos); Marcelo Morello (tenía el rol de entregador, facilitaba la información sobre los objetivos efectuando los relevamientos de seguridad por haber trabajado en una empresa de ese rubro, como técnico de alarmas y sistema de seguridad); José Manuel Salva (aportaba su casa de Santa Fe para la logística y distribución del botín); y Alexis Miño y Benítez (ejecutores de los robos).

En la capital entrerriana, cometieron al menos tres hechos. El 11 de enero de 2019 intentaron ingresar a una droguería de calle Victoria, forzaron la puerta del garage, la puerta de ingreso a las oficinas, la caja de seguridad de las alarmas y el portón de ingreso al depósito, pero en el lugar no había dinero. El 17 del mismo mes, ingresaron en la concesionaria de autos Macua, de calles Pascual Palma y Echagüe, donde escalaron un muro de casi nueve metros, desactivaron la alarma, cortaron la chapa del techo y realizaron un boquete en el cielorraso de un baño de maestranza; dañaron las cámaras de vigilancia, forzaron la cerradura de la oficina y barretearon la caja fuerte; así se llevaron 1.094.781 pesos. Y el 24 de marzo a la madrugada fue la caída de la banda por un robo fallido: escalaron un muro de cuatro metros, ingresaron a un domicilio de calle Córdoba, pero fueron vistos por vecinos que llamaron al 911. Así la Policía atrapó a Miño y a Benítez en el patio de la vivienda, con dos mochilas con herramientas utilizadas para vencer cajas fuertes o dispositivos de seguridad electrónica: un inhibidor de alarma, un taladro percutor de velocidad regulable, una llave francesa, una barreta, 11 destornilladores, una linterna, un mandril para taladro, pinzas y llaves varias.

Benítez ya había sido condenado a tres años de prisión condicional por varios robos cometidos en Santa Fe, en octubre de 2018. A fines del año pasado, prefirió evitar un juicio y firmar con la Fiscalía un acuerdo para un abreviado. El mismo fue presentado al juez del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Gustavo Pimentel, por la fiscal Melisa Saint Paul y el defensor José Iparraguirre. En esa audiencia de diciembre de 2020 Benítez confesó los delitos y aceptó cumplir tres años de prisión efectiva, pena que comprende la anterior. Estaba libre y quedó en esa condición hasta que la sentencia del vocal. Pero una vez que la misma fue dictada, Benítez no se presentó a cumplir la pena. Como no se supo más de él, Pimentel libró el pedido de captura y detención, que finalmente fue concretado el lunes en la vecina capital. (UNO)
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