Policiales Rosario

Imputan a cuatro personas por el fallido plan para asesinar a un empresario

La trama criminal se detectó en escuchas. Un barra de Newell's fue detenido como el "negociador" entre una organización de sicarios y un comerciante que contrató el servicio.
El empresario de Nutrilab acusado de contratar un servicio de sicarios para eliminar a un competidor no estará solo en la audiencia imputativa prevista para esta mañana. Lo acompañarán otras tres personas acusadas de intervenir en el fallido plan criminal, detectado por azar en escuchas. Se trata de un interno de la cárcel de Riccheri y Zeballos que el viernes fue acusado de organizar el crimen por encargo del colaborador de un jefe narco, otro preso sindicado como tiratiros de esa organización y un cuarto hombre detenido ayer a la tarde, quien habría sido el eslabón entre el dueño de la empresa de suplementos nutricionales y el grupo dirigido desde prisión. Es un barra brava de Newell’s que al ser arrestado llevaba un papel con los datos de la víctima en su billetera.

Estas cuatro personas fueron citadas para las 9 de esta mañana a una audiencia en el Centro de Justicia Penal. El fiscal Matías Edery, de la Unidad de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, les imputará el diseño de un plan fallido para asesinar con sicarios a un ex colaborador del empresario Lucas Daniel F, de 36 años, detenido el jueves.

Este hombre estaba enemistado desde 2019 con quien fuera su empleado durante años porque el joven renunció a su trabajo y montó en la zona sur otra fábrica de suplementos nutricionales que se venden en gimnasios. Según trascendió, había acordado pagar 500 mil pesos por el crimen de su competidor.

En las horas previas a la audiencia las medidas prosiguieron y así fue como ayer a la tarde la Agencia de Investigación Criminal detuvo a Germán Roberto P., de 33 años, cuando ingresaba a un local de su trabajo en el rubro gastronómico, en Presidente Roca al 2400. Es un barra de Newell’s que en 2016 había sido absuelto por un homicidio. Según trascendió, llevaba un papel con los datos personales de la víctima en la billetera. Le adjudican el rol de “negociador” en la trama del ataque que no llegó a concretarse.

A P. lo acusan de haber actuado como el nexo entre el empresario y el preso que gestionaba el ataque desde la Unidad 3 de Riccheri y Zeballos. Es empleado de un servicio de catering y estuvo imputado como autor del crimen de Daniel Casas, un joven de 28 años asesinado el 7 de julio de 2014 en medio de una pelea en Batlle y Ordóñez al 100, en una villa ubicada detrás del Parque Regional Sur. Al ser absuelto dos años más tarde su nombre figuraba en las listas que prohibían la admisión de hinchas al estadio del Parque Independencia.

Su hermano Marcelo, un camionero de 34 años, fue asesinado el 30 de octubre de 2016 cuando caminaba hacia un quiosco del Fonavi de Grandoli y Sánchez de Thompson y recibió un certero disparo en la cabeza. Según se consignó ayer en un parte policial, también era integrante de la barra y “los dos hermanos estaban vinculados como integrantes de la banda narcocriminal Los Monos”. La organización que, según la hipótesis fiscal, habría acudido a servicios del mismo grupo para eliminar a un allegado a Esteban Alvarado.

El ataque que frustraron las escuchas estaba previsto para el lunes de la semana pasada. El mismo día, el empresario que iba a ser blanco del ataque fue puesto a resguardo por policías que lo fueron a buscar a su casa y lo trasladaron con un chaleco antibalas hasta el Centro de Justicia Penal. Le anunciaron que había un plan para matarlo y quedó azorado al conocer los detalles del plan criminal, si bien el 21 de abril pasado había tenido un anticipo cuando un joven en moto efectuó tres disparos en su fábrica de Avenida del Rosario y Ovidio Lagos sin llegar a herir a nadie.

La trama se detectó en escuchas que realizaba la División Antidrogas de la Policía Federal en una causa por fabricación de drogas sintéticas. Las intervenciones telefónicas dejaron al descubierto cómo se planeó y ejecutó el crimen de Nicolás “Fino” Ocampo, un hombre cercano al narco Esteban Lindor Alvarado que fue asesinado a tiros el 16 de abril cuando llegaba en auto a su casa de Ocampo al 6600. Se detectó que alguien pagó 370 mil pesos por esa ejecución. Los investigadores sospechan que el encargo provino de sectores ligados a Los Monos.

En las conversaciones quedó registrada la logística del ataque y el seguimiento a la víctima antes de que los sicarios entraran en acción, además del pago de 160 mil pesos a los ejecutores. Uno de ellos bajó de una moto cuando Ocampo llegaba a su casa en una camioneta Hilux blanca que estrenaba el mismo día. Le tiró tres balazos 9 milímetros a través del parabrisas, sin advertir que en el vehículo iba el pequeño hijo de 2 años de la víctima.

El viernes, cuatro personas fueron acusadas de intervenir con distintos roles en ese crimen. Fabio Alejandro G., quien cumple condena en la Unidad 3, como el organizador; su pareja Joana B. como quien cobró el trabajo y les pagó a los sicarios; Brian Josué “Narigón” G. como el ejecutor y Uriel R. por conducir la moto. Dos de esas personas acompañarán en la audiencia al empresario de Nutrilab detenido el jueves pasado en una mansión de la calle Alvarez Thomas al 2300, en el barrio La Florida, donde se incautaron pastillas de éxtasis.

Fabio Alejandro G. será situado nuevamente como organizador del ataque desde prisión. El otro es Uriel R., quienhabía sido detenido el 21 de abril por un primer atentado fallido contra la fábrica de la víctima, un joven de 28 años cuyo nombre empieza con N.

En las escuchas se detectó que el 17 de abril Uriel se comunicó con el preso Fabio G. desde un teléfono que cuatro días después dejó de usarse. Es que ese día, el 21, fue apresado por atentar con tres tiros contra la fábrica de N. en Avenida del Rosario y Ovidio Lagos, adonde llegó en moto, preguntó por el dueño y tras una breve conversación disparó con una pistola 9 milímetros sin herir a nadie. Entonces quedó detenido por abuso de armas, el viernes sumó la participación en el crimen de Ocampo y este martes estará entre los cuatro imputados por el frustrado crimen del empresario. (La Capital)
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