Para realizar dicho trámite, debía dirigirse al cajero Red Link y, por teléfono, le dirían los pasos a seguir. La mujer le pasó una clave para que ingrese en el cajero, porque el estafador le aseguró que el cobro era “inmediato y en el mismo día”.
Lamentablemente, la señora le envió los datos de usuario y el número de cajero, entre otra información. Como era de esperar, pasados unos 30 minutos luego de haber finalizada la llamada con el estafador, el home banking no le reconocía la clave porque los delincuentes se la habían cambiado.
Posteriormente se dirigió al cajero, realizó la consulta de saldo y se percató que le faltaba dinero de su cuenta corriente: le habían realizado una transferencia.