"Cuando entré al cajero estaban desocupados, elegí uno para realizar mi operación y detrás de mí se puso esta pareja. En un primer momento sentí que necesitaban el cajero que yo estaba utilizando", relató.
La mujer realizó su transacción con normalidad, salió del cajero y presentía que algo no estaba bien: "A los poquitos minutos de salir noto que no tenía la tarjeta. Al volver a ingresar, esta pareja seguía en el lugar y me devolvieron la tarjeta que me había olvidado. Le agradecí", relató.
Al llegar a su domicilio, Silvia entró a su cuenta bancaria por Home Banking y corroboró que luego de su extracción, habían retirado de su cuenta $10.000: "Fui en el momento a hacer la denuncia. Me la tomaron sin problema y también me pidieron descripción de las personas. No conforme solo con la denuncia comencé una búsqueda por mis propios medios. Mucha gente se contactó conmigo, me ayudaron a dar con el nombre y el apellido de estas personas. La Fiscalía tiene todos los datos que reuní (nombre, apellido y dirección), incluso hay grabaciones del banco que corroboran mi relato".
Luego agregó en declaraciones al diario El Argentino: "Esta gente anda con papelitos en la mano, intuyo que deben ir a ofrecerle ayuda a los jubilados para luego robarles, ya que ahora existe la opción de operar sin tarjeta. El ciberdelito no es broma y afecta mayormente a los adultos mayores, que no están familiarizados con la tecnología. Espero que mi historia sea útil para la comunidad".