Debido a la intensa humareda, se dificultó la transitabilidad de vehículos por las calles Garrigó, y La Picada.
“Nunca podemos saber quiénes son los que prenden fuego, es algo que ocurre seguido y las llamas nos queman el tanque de agua”, dijo una vecina de la zona a Elonce TV. En este sentido, sumó: “Estas quemas son un peligro porque la totora es inflamable, las cenizas se esparcen por todos lados y sigue prendiendo fuego”, explicó.
“Otras veces, se nos quemaron las paredes y se derritieron los cables”, contó.
“Es una zona con mucha vegetación con mucho combustible", señaló uno de los referentes de Bomberos Voluntarios, Hernán Méndez. En este sentido, contó que trabajaron con dos frentes “en uno estaba bomberos Zapadores y priorizamos proteger una de las viviendas que estaba cerca”.
“Se trata de una superficie que se prende fuego todos los años, es una zona muy anegadiza y se debería rellenar”, culminó.