Según se supo, el hombre cruzó la calle e "ingresó en un terreno sin tapial, pero con una gran cantidad de pasto". Se tiró cuerpo a tierra y al estar tapado, evitó que los disparos le impactaran en su cuerpo.
Tras efectuar varias detonaciones, los responsables del crimen creyeron que había fallecido y se fugaron. Si bien testigos dijeron que al momento del crimen, Laureano Morales y Germán Herlein, se disponían a subir a un auto blanco cuando fueron asesinados, por estas horas se maneja también otra hipótesis: Morales, Herlein y los hermanos Barreto estaban en la vereda del frente de la casa de Cristian, abajo de un árbol, cuando se acercó una moto y les disparó. El fiscal Martín Wasinger se hizo presente en el lugar e intervino personal de la División de Homicidios y de Criminalística.
Asimismo, las pericias determinarán fehacientemente un dato que podría avalar que se trató de un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico: Hay quienes aseguran que quienes fallecieron en el lugar donde fueron baleados, fueron "rematados" con un disparo en la cabeza una vez que estaba en el suelo.