De acuerdo con la denuncia de la víctima, en la Seccional 28, está casada con el agresor hace una década y tienen dos hijos: un varón de 19 y una menor de 9 años, trascendió.
Al parecer, ella fue a visitar a su hija mayor y arribó su marido. Como había bebido en demasía, fue a acostarse en una habitación y quedó plácidamente dormido. En ese interín, empezaron a ingresar mensajes al celular del individuo y la esposa los leyó.
Descubrió que el hombre mantenía un "vínculo" amoroso con la vecina y decidió despertarlo urgente.
Mientras ella le exigía explicaciones, él se abalanzó sobre la esposa, resuelto en arrebatarle el celular a cualquier precio. En el proceso, la habría sujetado fuertemente del cabello y la víctima terminó estrellándose contra el placard.
Con la nena, llorando, al contemplar a su madre en el piso, su padre acentuó la agresión con cachetadas en la cabeza.
Recién cuando la damnificada soltó el celular, el individuo frenó la agresión, tomó el aparato y se encerró en el baño.
Desde afuera, la víctima le gritó que estaba cansada de sus mentiras, le exigió poner fin a la relación y que dejara la casa urgente.
El sujeto salió del baño, se apoderó de la llave de la vivienda y se puso más furioso. En ese momento arribó el hijo mayor y la damnificada le reveló los detalles del amorío del padre con la vecina.
Fue peor, ya que recrudeció la violencia. El individuo le arrojó las llaves en la cara y la empujó con tal violencia que la mujer dio de lleno contra la pared.
Diez minutos después despertó mientras la contemplaban dos amigos de su hijo y los policías.
Su esposo había dejado la vivienda, pero igual fue detenido, por solicitud de la fiscal Andrea Juárez, refrendado por la jueza de Género, Norma Morán.