En caso de confirmarse que tiene la enfermedad, la fiscal Alejandra Mángano podría imputarlo por el delito previsto en el artículo 202 del Código Penal, que prevé una pena de 3 a 15 años de prisión para quien "propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas".
Singerman cuenta ahora con consigna policial y podría ser embargado preventivamente ante posibles demandas civiles por parte del resto de los pasajeros y empleados que viajaron con él en el barco y ahora están obligados a cumplir con la cuarentena. El caso salió a la luz en las últimas horas cuando las autoridades detectaron que había un pasajero con síntomas de COVID-19 abordo de un Buquebús que llegaba a la Argentina con 400 repatriados.
Todos los pasajeros que volvieron en el mismo barco con él fueron trasladados a un hotel con una fuerte custodia policial y no pudieron tomar contacto con sus familiares.