Según informaron fuentes oficiales el párroco fue sorprendido por ladrones en el patio de su casa, siendo golpeado y atado con precintos. Una vez que fue reducido, los delincuentes se hicieron con una suma cercana a los 500 mil pesos y otros objetos de valor, entre ellos una medalla de oro.
Tras maniatar al cura y robar lo que tenían a su alcance, los malvivientes escaparon rápidamente por una de las medianeras del domicilio, haciendo imposible seguir su rastro. Por el momento los efectivos policiales se encuentran tratando de recabar pistas que ayuden a encontrar el paradero de los ladrones.
Lo que llama la atención en el hecho es la enorme cantidad de plata que tenía el sacerdote a cargo de la emblemática parroquia ubicada en calle 54 y 23, algo que también se está tratando de corroborar y establecer los motivos.