Fuentes cercanas al caso detallaron a TN que el dueño de una casa de fin de semana, ubicada en la calle Mercedes al 700, advirtió a los oficiales que Néstor Garay se había acercado a su propiedad y le había pedido permiso para "enterrar a un perro" en su jardín. En su declaración, aclaró que esta escena se produjo al día siguiente de la desaparición de la adolescente. El último dato con que se contaba sobre los movimientos de la menor, era que había viajado en un remís hasta la casa de un hombre de 51 años y la madre, Dévora Garay, había dicho que no conocía a esa persona ni cómo se había contactado con su hija.
La policía logró identificarlo y comenzó a buscarlo en varias propiedades hasta llegar a la quinta de este vecino. Una vez en este domicilio, los peritos científicos excavaron el jardín y encontraron el cuerpo de la adolescente.